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martes, 12 de diciembre de 2017

El City es el dueño de Manchester...y de la Premier

Por Aliet Arzola

Tras dos pésimos despejes defensivos de Romelu Lukaku, el Machester City conservó su invicto en la competición doméstica y sacó los tres puntos en la visita a Old Trafford. Los chicos de Pep Guardiola dejaron al United de José Mourinho a once puntos de la cima de la Premier League, virtualmente decidida aunque faltan por jugarse más de la mitad de las jornadas.

Era un partido con valor doble, porque si los Red Devils ganaban recortaban la diferencia a solo cinco unidades, pero si caían en sus predios mirarían al City bien lejos en el horizonte. A la postre el segundo resultado se escribió en los libros, con mucha fortuna para los celestes, quienes llevaron el peso del encuentro, pero sin tanta efectividad de cara al arco del español David De Gea. Y es raro que algo así sucediera, porque el United salió con dos laterales reconvertidos (Antonio Valencia y Ashley Young) y Marcos Rojo, un central proveniente, justo, del lateral izquierdo. Mourinho apostó por las carreras de Young y Valencia las bandas, donde combinarían con la dupla Rashford-Anthony Martial, puro poder y habilidad, muy a tono con los pedidos del técnico portugués, obsesionado con la verticalidad y el juego directo.

Guardiola, por su parte, también fue fiel a sus ideales y juntó a Raheem Sterling, Leroy Sané, David Silva y Kevin De Bruyne, una línea de jugones para poner en aprietos a los defensores del United, que también debían preocuparse por las diabluras del brasileño Gabriel Jesús. No obstante, el City no abrió la cuenta por un despliegue mágico, sino por un error en la marca tras un tiro de esquina, en el que un encontronazo entre Lukaku y Otamendi dejó servido el balón para que Silva liquidara a quemarropa a De Gea. Ese pretendía ser un golpe psicológico al final de la primera parte, pero justo en el comienzo del complementario Rashford puso las tablas tras un despiste del lateral zurdo del City, Fabian Delph, quien falló inexplicablemente en un despeje sin exigencias ni complicaciones y dejó servido el balón al estelar juvenil de los rojos.

Pero en este partido convenía recuperarse rápido de los golpes, con otro golpe. Así lo entendió el City, que volvió a atacar con solidez, explotando las carreras de Sterling y la potencia en los disparos de De Bruyne, aunque otra un error fue la clave para su segundo tanto. De nuevo Lukaku despejó de forma horrible un centro sin mayor peligro, y la bola le cayó como un regalo a Otamendi, quien liquidó a De Gea. Justamente el meta español se encargó de mantener la mínima diferencia esperando que sus atacantes perforaran las redes, pero la fortuna no estaba del lado del United. La prueba más clara la encontramos en el minuto 84, cuando Ederson paró una doble ocasión de Lukaku y Mata, rematadores en la boca de gol.

Al final, el United perdió los papeles ante el dominio Citizens, que se reflejó en una posesión del 65%. Duras acciones de Matic o Ashley Young rozaron el punto violento, que sí desató en los vestuarios al terminar el partido, con insultos de Mourinho a algunos jugadores del City y un botellazo de Lukaku a uno de los asistentes celestes. La jornada fue redonda para el City, pues además de tumbar al United, disfrutó la derrota del Chelsea ante el West Ham, y los empates de Liverpool y Arsenal contra Everton y Southampton, por ese orden.