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lunes, 11 de diciembre de 2017

El hambre en Europa preocupa a la FAO

Por RaizaM.

Como si ya el viejo continente no tuviese suficientes problemáticas a las cuales dar solución, hay fantasmas que aún dan vueltas y se resisten a desaparecer. Según el último reporte de la Agencia de la ONU para la alimentación (FAO), cerca de 7,5 millones de adultos de la Unión Europea (unos 17 de cada 100) padecen "inseguridad alimentaria grave", o lo que es lo mismo, hambre. Y esa "pandemia" suele ser tan devastadora como las guerras. Además reveló los problemas de obesidad y dietas pobres en micronutrientes, aunque en países como Tayikistán uno de cada tres habitantes no come lo suficiente.

También recuerda que la zona no está exenta de hambrientos. Basta solo revisar los números de países como Tayikistán, una antigua república soviética de Asia Central, donde por ejemplo, tres de cada 10 personas no comen lo suficiente.

En las estadísticas del hambre que la organización publica anualmente, casi todos los países europeos suelen pasar desapercibidos, ya que la tasa de personas subalimentadas está por debajo del 2,5%, y no se aporta el número concreto de hambrientos. Por estos motivos y con el propósito de tener "un mayor detalle sobre cuál es la población afectada y abordar sus problemas", dice Glinni, es que la FAO está impulsando un segundo método de cálculo.

A los datos de los países sobre la disponibilidad de alimentos (que permite calcular si la gente ingiere las necesarias para una vida plena) se añade un sistema de encuestas para conocer la experiencia directa de quienes no llenan el estómago.

Por países, la tasa más alta de obesidad correspondió a Malta, con un 29,6 % de la población adulta, seguida de Turquía (29,3 %) y el Reino Unido (29,1 %).

Aunque el informe —en el que participan otras agencias como el Programa Mundial de Alimentos o la Organización Mundial de la Salud— admite que el sobrepeso puede ser resultado de la pobreza, que lleva a consumir alimentos más baratos y de peor calidad, defiende que el crecimiento de las tasas de obesidad en la región está relacionado con el aumento de los ingresos, que permite adquirir productos con mayor contenido calórico y adoptar estilos de vida más sedentarios. En el Caúcaso, el número de adultos obesos avanzó casi un 40% entre 2005 y 2014 (en torno a un 20% en la UE).

El informe recuerda que la malnutrición en una o más de sus tres formas principales (desnutrición, exceso de nutrientes y carencia de micronutrientes) está presente en distintos grados en todos los países de la región, de modo que coexisten altas tasas de desnutrición infantil y de obesidad en niños, hombres y mujeres.

El estudio también aborda los problemas de falta de micronutrientes (como vitaminas A o D, hierro, acido fólico o calcio), extendidos por toda la región a causa de dietas inapropiadas y que afectan principalmente a las poblaciones de menor rent. Para tener una idea, la anemia o falta de hierro, que constituye una de sus consecuencias, afecta a 44,6 millones de mujeres en edad reproductiva en toda la región (el equivalente a unos 14,5 millones en la UE). Definitivamente, erradicar el hambre debe ser algo más que un slogan