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lunes, 11 de diciembre de 2017

El suicidio y su trasfondo

Por thais

Esta mañana mi vecina de 20 años de edad fue encontrada sin vida luego de haberse auto suministrado una dosis significativa de pastillas de diferente tipo, de forma deliberada. Mi vecina y amiga de la infancia deja una nota de suicidio asegurando que su novio es lo que más quiere en la vida y que si no está con él entonces esta no tiene sentido. Pero lo que yo no sabía es que este era el tercer intento de esta niña joven, linda e inteligente que no fue adecuadamente atendida psicológicamente en su momento para evitar que tuviera este penoso final.

El suicidio es considerado uno de los temas más sensibles en cualquier sociedad. A pesar de que para diferentes religiones y cultura este acto puede significar una expresión de altruismo y compromiso con una causa determinada, la pérdida de la vida de forma voluntaria y deliberada, la mayoría de las ocasiones se produce como resultado de enfermedades o trastornos psicológicos y emocionales; aunque también pueden influir otras variables circunstanciales que están afectando a la persona en esos niveles. Factores como por ejemplo la situación económica (pobreza, indigencia, deudas) o las relaciones interpersonales (ser objeto de discriminación, sentirse solo, entre otras). Las diferencias entre el número de suicidios de hombres y mujeres es significativas, siendo los primeros los más efectivos en estos actos, aunque la mujer lo intenta más veces. La efectividad de los hombres está marcada por que la herramienta que utilizan suelen ser más letales como las armas de fuego, mientras que la mujer toma pastillas o se autolesiona con algún objeto cortante.

En cuanto a la edad, existe un número mayor de jóvenes que mueren por esta causa, cuyo rango oscila entre los 15 y 29 años. He aquí la importancia de la familia de obtener las herramientas y la educación necesaria para detectar actitudes negativas en los más jóvenes que denoten signos de depresión, rechazo social, discriminación u otros procesos que estén influenciando en el estado psicológico y emocional de los adolescentes y claramente una vez detectado el problema asistir a un especialista que pueda ofrecer la ayuda necesaria para combatir estos trastornos. Aunque el suicidio no es considerado un delito, principalmente porque no hay un victimario claro, considero que en el caso del suicidio de menores de edad o jóvenes con edad prematura, los padres tienen una responsabilidad, no sé si penal, pero sí moral y social y esto se agravaría más si la muerte es resultado de un suicidio que ya se había intentado en otras ocasiones y no se había atendido de forma adecuada a esta persona, como el caso que mostré en el inicio del texto.

No obstante hay otras formas y acciones relacionadas con este están penadas en las legislaciones de España y Latinoamérica y es la instigación o facilitación del suicidio. El homicidio piadoso o la también llamada eutanasia se encuentra penada por hasta seis años de prisión en Colombia y en otros países como Costa Rica, Perú y Paraguay con un menor número de años. Quiero detenerme en este tema porque resultan de igual forma sensible los debates respecto al mismo. Es necesario definir las circunstancias de cada caso en específico porque facilitar o instigar el suicidio en una persona por razones de odio, como por ejemplo los comentarios de ‘’muérete’’ o ‘’mátate’’ en las redes sociales de algunos adolescentes o proporcionar las armas y convencer a un fanático de Alá para que pierda la vida por la religión, estas sí me parecen circunstancias que merecen castigo, pero acabar con el sufrimiento y el dolor de una persona que se encuentra hospitalizada y encima este era su deseo no creo que deba ser penado de igual forma como los casos anteriores. Sé que existe un debate ético perfectamente desarrollado con respecto al tema desde las diferentes disciplinas sociales y médicas y desde esta perspectiva considero que son cuestiones que deben ser revisadas exhaustivamente y en el contexto de cada caso, declarara el marco y los límites legales con que operar en este sentido. Es muy necesario el diálogo entre disciplinas para alcanzar el consenso y con más urgencia una solución para las personas que quieren morir porque sufren o porque ya han vivido suficiente y su calidad de vida actual es significativamente baja.