En México no se puede respirar
La mala calidad del aire debido a los altos niveles de contaminación no es una nueva noticia para el Valle de México, sino más bien la cotidianidad de sus más de 21 millones de habitantes. Con un índice de hasta 127 puntos de partículas suspendidas, según datos recientes del Sistema de Monitoreo Atmosférico, esta situación representa un gran riesgo para la salud de los niños, ancianos y personas que en general residen en esta zona del país.
De esta zona, los municipios de Tepotzotlán, Ecatepec, Tlalnepantla, Tultitlán y Coacalco, ubicados en el estado de México, colindante a la capital azteca; son los que más polución presentan en el Valle de México con puntuaciones que superan los 101 puntos de partículas suspendidas. En tanto, delegaciones como Cuajimalpa, Coyoacán y Venustiano Carranza, pertenecientes a la Ciudad de México, igualmente han alcanzando hasta 105 puntos de la contaminación. Este panorama cada vez se hace más crónico, como indican las últimas previsiones del gobierno capitalino.
Las condiciones atmosféricas —según estimados publicados en un documento oficial, continuarán siendo desfavorables. “El índice máximo de este contaminante se ubicará en el rango identificado como mala”, se afirma en un texto. La más reciente historia de la Ciudad de México registra cuatro contingencias ambientales con índices de contaminación de hasta 186 puntos. La polución amaga con frecuencia la capital del país, afectando la salud de sus ciudadanos, por eso las autoridades locales aconsejan reducir las actividades al aire libre, sobre todo de los niños y personas de la tercera edad que poseen problemas respiratorios y cardiovasculares.
Las alarmas se encienden por esta situación que está lejos de resolverse, pues al mismo tiempo que se generan críticas por las afectaciones que provoca, también resulta polémica la reciente decisión del gobierno capitalino de suprimir la verificación de los vehículos en el primer semestre del 2018. Una decisión que evidentemente no tiene en cuenta que los coches son los principales agentes contaminantes en una ciudad con gran densidad vehicular, donde se contabilizan alrededor de cinco millones de unidades rodantes, muchos de los cuales ahora podrán circular sin controles de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en este periodo, agravándose la calidad del aire. El ejecutivo mexicano debe implementar medidas más fuertes para reducir estas cargas contaminantes, y además la que emite el sector industrial. La voluntad política del gobierno azteca no tiene la fuerza suficiente a la hora de enfrentar esta grave problemática que enfrenta el país desde hace años.
