Estados Unidos y la importancia de no abandonar el Acuerdo de París
En 30 por ciento ha podido ser contenido el quinto mayor incendio forestal en la historia de Estados Unidos. California es el estado afectado por las llamaradas, que aun amenazan a comunidades costeras por la persistencia de los vientos. Los bomberos que han llegado hasta las zonas dañadas dijeron que el fuego continuará creciendo mientras siga el clima caluroso y seco.
Thomas Fire, como le llaman a ese fenómeno natural, inició el cuatro de diciembre en el condado de Ventura, al noroeste de Los Ángeles. En estos momentos el incendio mantiene en peligro a Santa Barbara, Carpinteria, Summerland y Montecito, y desde su estallido hace más de una semana, se han tenido que evacuar a unas 100 mil personas. Thomas ha quemado 921 edificios, en lo cual se incluyen al menos 700 hogares, y tiene en riesgo a 18 mil estructuras.
Desde la aparición de ese fenómeno se han movilizado más de ocho mil bomberos, quienes están tratando de detener el avance de las llamas que ya causaron pérdidas por 68 coma siete millones de dólares. Hasta ahora ya son más de 965 kilómetros cuadrados de superficie devastada, y eso no será todo, pues ya conocimos que los pronósticos indican que las llamaradas tienden a crecer, propagándose, sobre todo por el oeste, mientras se alimenta con la maleza seca.
Esa zona estadounidense vive ahora momentos tensos, la gente de estos lares ha tenido que salir corriendo antes de que pase lo peor; y si grave es la noticia del incendio en sí, más grave es que seguirá expandiéndose.
Mientras, el Servicio Meteorológico Nacional previó condiciones de peligro extremo de incendio en gran parte del sur de California. Todos los equipos de bomberos no dan abasto, ni darán, porque solo la naturaleza puede controlar esa situación en el nivel en el que está. Hasta los mismos bomberos piden a gritos que cambie el clima, pues necesitan aire húmedo.
Los sucesos contradicen determinaciones que el gobierno norteamericano, y su ingenioso actual presidente, Donald Trump, han tomado, sin siquiera respetar el parecer de su pueblo. Hace un tiempo Trump decidió que Estados Unidos saliera del Acuerdo de París sobre el cambio climático, hoy su gente suplica a la naturaleza por que se dé un giro y los desastres terminen, en este caso los grandes incendios, que no han podido ser detenidos, y ni la mismísima naturaleza ha ayudado mucho. Creo que el actual primer mandatario debe comenzar a repensar sus decisiones y trabajar en base a la cooperación nacional e internacional para que el cambio climático no continúe afectándonos.
