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sábado, 2 de diciembre de 2017

La ciencia, el futuro de la agricultura en España

Por Jacky

Los efectos del cambio climático afectan la mayor parte de los aspectos de nuestra vida, pero su influencia se hace más palpable a simple vista en ramas como la agricultura con sequía, pérdida de cultivos,entre otros. Para optimizar y ralentizar o minimizar los efectos en España se realizó una jornada auspiciada por el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) acogió una jornada perteneciente al ciclo de conferencias ‘¿Qué sabemos de…?’ del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La jornada fue encabezada por 3 investigadores que recibieron ayudas de más de un millón de euros del Consejo Europeo de Investigación(ERC) para realizar proyectos en las Ciencias Agrarias.

Una de estas científicas es Ana Caño Delgado, del Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) en Barcelona, quien explicóque su trabajo consiste en implementar los conocimientos de biología molecular para hacer ingeniería genética de plantas y así hacer frente a los retos de la agricultura durante el cambio climático.

Añadió que para enfrentar los efectos de la sequía, algo que constituye una preocupación fundamental, están intentando producir cereales que sean resistentes. Y es que actualmente, la sequía es el principal problema de la agricultura en España, pues en ese país se están perdiendo cerca del 40 por ciento de las cosechas por ese motivo.

En ese sentido, Caño explicó que su trabajo se centra en conocer los cambios que sufren las plantas por falta de agua, determinar los genes responsables de estos cambios y modificarlos para hacerlas más tolerantes y mejor adaptadas.

El reto es entonces modificar la planta, los sistemas de riego y la relación de estas con el suelo con el fin de optimizar el uso de agua en la agricultura. Algo que la especialista destacó es muy importante en el momento actual para la investigación agraria pues así tienenmuchas herramientas para darle solución a un problema social, como lo es la alimentación.

La expertaaseguróque en España se está dando un cambio de modelo y mucha innovación en el sector agrícola por el trabajo conjunto de quienes trabajan en biotecnología, manejo de los riegos y suelos. La correlación de esas tres áreas, como explicó Caño, si bien está empezando a dar frutos no son suficientes, puesto que el cambio climático es muy severo.

Otro de los especialistas es David Posé Padilla, del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) en Málaga, quien durante la jornada explicó cómo se introdujo el cultivo de la fresa en la nación ibérica y comentó su proyecto. En este, explicó que trataron de identificar los genes importantes para la maduración de ese cultivo, porque es el proceso que determina la calidad del fruto, así como los genes que intervienen en el sabor, compuestos volátiles, azúcares, la firmeza del fruto y otras componentes de la calidad.

El especialista explicó que una vez que se conozcan los determinantes genéticos responsables de esas características y procesos, el paso a seguir sería utilizar esa información para intentar obtener plantas mejoradas, pero añade que la fresa es una planta muy compleja y por lo que dicho objetivo se plantea a largo plazo.

El tercer participante en la jornada e investigador es Alejandro Toledo Arana, del Instituto de Agrobiotecnología (IdAB) en Navarra, quien centra su trabajo en bacterias patógenas, específicamente en Staphylococcusaureus, que es uno de los principales patógenos en el ámbito clínico y en sanidad animal.

Como explicó, su labor consiste en tratar de identificar genes importantes en distintos procesos de regulación que puedan tener relación con la virulencia del patógeno, con la resistencia a antibióticos o la formación de biofilm, elementos importantes en infecciones relacionadas con implantes, por ejemplo.

En ese sentido, añadió que el número de resistencias a antibióticos ha aumentado notablemente en los últimos tiempos, lo que dificulta e incrementa el coste de los tratamientos, de ahí que comprender los procesos moleculares permitirá crear nuevos antibióticos en sanidad animal y en salud humana.