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sábado, 2 de diciembre de 2017

La cirugía cubana se enfrenta al Parkinson

Por Elizabeth Almeida

De acuerdo con lo señalado por el neurocirujano al frente del equipo médico, Julio César Selva, en lo referido a los equipamientos para la intervención, el centro cuenta con un marco estereotáxico, dos software de producción nacional, uno de planeamiento quirúrgico y otro de registro profundo, además de los electrodos de registro y termo-lesionadores que permiten llegar con precisión al núcleo del cerebro sobre el que se trabaja.

En Cuba se han dado avances en el tratamiento a pacientes con la enfermedad de Parkinson, a través de la cirugía funcional, realizada en la oriental provincia de Holguín.

La cirugía funcional en la enfermedad de Parkinson, realizada en el Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez de Holguín, ha beneficiado hasta el momento a veinte pacientes, desde la reanudación del proceso en noviembre del 2016.

Luego de 4 años sin realizarse en la oriental provincia, el procedimiento quirúrgico se retomó a partir de la preparación de un grupo de especialistas de Holguín en el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), tiempo en el cual realizaron 14 intervenciones de este tipo.

La cirugía funcional en la enfermedad de Parkinson es una técnica de mínimo acceso, considerada entre los métodos estereotáxicos para intervenir pacientes con esa patología... La misma permite alcanzar estructuras profundas del cerebro, seleccionar el núcleo alterado y actuar sobre él para mejorar la sintomatología clínica.

De acuerdo con lo señalado por el neurocirujano al frente del equipo médico, Julio César Selva, en lo referido a los equipamientos para la intervención, el centro cuenta con un marco estereotáxico, dos software de producción nacional, uno de planeamiento quirúrgico y otro de registro profundo, además de los electrodos de registro y termo-lesionadores que permiten llegar con precisión al núcleo del cerebro sobre el que se trabaja.

El especialista destacó que en este tipo de operaciones, los síntomas y signos de la enfermedad, como rigidez y temblores involuntarios, desaparecen notablemente en cada paciente durante la intervención y luego de concluida la misma... Con ese proceder se puede controlar en más de un 90 por ciento de las manifestaciones clínicas de la enfermedad y la capacidad funcional del enfermo.

Para la selección de los pacientes a operar se toman en cuenta una serie de criterios médicos, tales como que los pacientes se encuentren en etapas avanzadas del padecimiento, cuando no es efectivo el suministro de fármacos, que sean personas menores de 70 años de edad, que no presenten deterioro cognitivo ni trastornos neuropsiquiátricos asociados, que no padezcan enfermedades crónicas descompensadas y que luego de realizar un estudio tomográfico no presenten atrofia de los ventrículos ni muestren imágenes de infarto cerebral que contraindiquen la cirugía.

Este tipo de cirugía de mínimo acceso la ejecutan en América Latina instituciones asistenciales de Cuba, Brasil, México y Argentina. En esas 3 últimas naciones cada enfermo debe pagar unos 150 mil dólares, pero en el caso de Cuba, aunque cada operación le cuesta al Estado aproximadamente unos 50 mil, para el paciente es totalmente gratuita.