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domingo, 3 de diciembre de 2017

La contaminación lumínica artificial y sus consecuencias

Por LisyFa

La contaminación ambiental y sus consecuencias son temas tema constantes de debate y preocupación. A medida que la población y las ciudades continúan creciendo, nuestra influencia en el mundo natural también se está extendiendo. Un nuevo estudio ha documentado cómo el desarrollo en constante expansión ahora incluso conduce a una “pérdida de la noche” en muchas partes del planeta.

Al estudiar las imágenes del mundo por la noche, los investigadores han documentado cómo entre 2012 y 2016, el área total de la superficie de la Tierra que está iluminada artificialmente ha crecido en un impactante dos por ciento anual. Si bien estas imágenes de cadenas de luces en forma de telaraña que recorren la costa y que denotan ciudades pueden verse hermosas desde el espacio, la gran cantidad de contaminación lumínica puede estar teniendo un impacto negativo significativo no solo en la vida silvestre, sino también en la salud humana. El documento ha sido publicado en Science Advances. De acuerdo con los investigadores, que estudiaron imágenes recogidas por el satélite meteorológico Suomi NPP de la NASA, la contaminación lumínica emitida desde lugares como España y Estados Unidos se mantuvo constante, en lugar de disminuir, mientras que la contaminación de las naciones en desarrollo también siguió creciendo. Resulta que ha habido una consecuencia involuntaria masiva del cambio de una tecnología más antigua como filamentos, gas y plasma a una iluminación de estado sólido más eficiente y que ahorra energía, como los LED. Inicialmente, esta transición se vio como una forma de que las ciudades, pueblos y ayuntamientos no solo ahorraran energía, sino también dinero, ya que obviamente necesita menos electricidad para alimentar las nuevas luces.

Pero el nuevo estudio parece revelar que, en muchos casos, este cambio puede haber fracasado. En lugar de estar contentos con los ahorros realizados, parece que ha habido un efecto de "rebote", en el que muchas ciudades decidieron instalar aún más luces como resultado precisamente de esos ahorros. Donde anteriormente una ciudad apagaba las luces en las horas de poca demanda para ahorrar dinero, ahora funcionan toda la noche, y en las áreas donde la iluminación se consideraba de baja prioridad, ahora se han instalado las lámparas. Todo esto ha contribuido a la pérdida de la noche que ahora se ve en todo el mundo.