Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 2 de diciembre de 2017

La felicidad, un proceso emocional sin nada que envidiar a lo material

Por dianelysllorca

La vida corre demasiado rapido, en los últimos tiempos solo pensamos en aquello que queremos tener para ser felices y nos olvidamos en realidad en qué consiste nuestra verdadera felicidad. Las necesidades económicas en la actualidad superan para muchos las necesidades emocionales, es decir lo que para muchos sería ser realistas y vivir de la verdad para otros es solo una utopía divida por clases sociales. Esta realidad tan cruda suele consumirnos y hacernos olvidar que existen cosas más importantes de lo que nuestro bolsillo pueda aparentar. De ahí que detenernos a pensar en lo que realmente valemos y deseamos se vuelva un punto a considerar hoy en día.

La sociedad actual avanza a un ritmo acelerado, donde el verbo tener se ha apropiado de todo de lo que como seres humanos consideramos importante. El capitalismo acelerado, los grandes procesos industriales y la globalización como fenómeno más abarcador y trascendental nos convierten cada día en personas más dependientes del verbo tener.

Dicha necesidad de tener está a su vez asociada al consumo material o cultural, pero de alguna forma tiene una estrecha relación con ese espacio que naturalmente en la actualidad no somos capaces de llenar de forma tan simple. El tener cosas como el tener tiempo son hechos transcendentales para la vida que queremos llevar hoy. En ocasiones deseamos tener tanto como: querer el ultimo iphone, el auto del año o tan simple como el último labial de Victoria’s Secrect . Todo ello se sustenta en la necesidad de aparenta tener para ser, o para tener una mayor complicidad con nuestro mundo exterior y de alguna forma sentirnos importantes y presentes en nuestra sociedad. Ante esto muchos se preguntan: entonces ¿Soy feliz por tener?

La respuesta no tan simple como creemos, el tener cubre muchas expectativas del ser y de lo que consideramos significativo para nuestras vidas. Ante esto la mirada es más profunda porque se convierte en la relación de lo que nosotros queremos tener a lo que los otros dígase los grandes poderes, quieren que tengamos. En este punto se hace evidente otra de unas características como seres humanos y es la capacidad de elección. Nosotros debemos ser capaces de elegir lo que realmente necesitamos para vivir y para cubrir esas verdaderas necesidades de satisfacción y no dejarnos deslumbrar por un mercado abarrotado de productos que lejos de hacernos felices nos hacen dependientes y adictos a su compra.

La felicidad es proceso emocional el cual tenemos que aprender a cubrir con cosas que no sean puramente materiales. El sentido material es obviamente necesario, pero al mismo debemos darle una utilidad no sobre lo simple o lo inutilizable. Nuestras compras en el mercado no deben ser para almacenar, coleccionar y decir yo tengo, sino decir que lo que tienes, lo que has sido capaz de obtener con tu esfuerzos y en qué medida lo utilizas para ser feliz. La satisfacción de tener algo amplía su rango cuando dicho objeto te es útil y cuando el mismo ha sido obtenido con empeño y deseo.

Nuestro mundo está perdiendo la capacidad de ver en las pequeñas cosas de la vida la posibilidad de ser feliz. Si hacemos una reflexión rápida entenderás más de lo que te hablo: siéntete en tu cama, mira a tu alrededor y cuenta todo lo que tienes en tu cuarto, mira por la ventana y observa tu casa, tu sacrificio o el de tu familia, piensa en un minuto todo lo quieres materialmente tener, y entonces piensa que cuando tengas todo eso que deseas y que hoy materialmente te falta, reflexiona si con todo eso ¿serás feliz? Con todo lo que materialmente quieres tener es cierto que la vida a lo mejor se te facilita, pero ¿tu grado de satisfacción será el mismo? Cuando tengas todo lo que deseas tener y no a quien deseas tener, tener y no poder compartir tu felicidad con un amigo/a, una pareja, un hijo, entonces ¿de qué sirve tener? Si alguna vez te has cuestionado esto piensa que ya tienes mucho, mira la vida de forma positiva y si respiras, entonces considérate afortunado. La felicidad se construye con emociones no permitas que nadie se apodere de lo que realmente deseas tener. Estoy segura que serás hoy, un poquito más feliz.