La participación de la Roja en el Mundial de Rusia está en peligro
Sin dudas el desarrollo de la Copa Mundial de Fútbol de Rusia 2018 es una evento que el mundo entero, fundamentalmente los fanáticos de este deporte, esperan con ansias. Por supuesto, la hinchada española y la propia selección e ese país también miran hacia el desarrollo de “La Roja”, algo que, parece ahora pender de un hilo. Y es que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) recibió la pasada semana una dura carta de la FIFA advirtiéndole que las injerencias del Gobierno español pueden establecer su suspensión como miembro asociado y llevar a la expulsión de todas las competiciones de las que forma parte, entre lo que estaría la exclusión de España de la cita mundialista.
De acuerdo con declaraciones de la propia FIFA, en la carta enviada a la RFEF mostraban su preocupación por la situación de la federación y le recordaban que, de acuerdo con los Estatutos de la FIFA, las federaciones miembro deben administrar sus asuntos de manera independiente, asegurándose de que no se produzca injerencia en sus asuntos internos por parte de terceros.
En la misiva se anunciaba también que la FIFA se mantiene en contacto con la RFEF y en próximas fechas una delegación conjunta de la FIFA y de la UEFA se desplazará a Madrid para observar y analizar la situación de la RFEF.
Ahora veamos cuáles son los motivos por los que la Federación amenaza la presencia mundialista de España. El desencadenante es la propuesta, promovida por el Consejo Superior de Deportes (CSD), de repetición de las elecciones a la presidencia federativa, que fueron realizadas en el pasado mes de mayo.
Y es que a fines de septiembre, el CSD presentó un recurso de revisión al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) que fue admitido y, además, basada en las escuchas de la Operación Soule, también se emitió una resolución favorable a la repetición del proceso electoral en su totalidad. Estas fueron enviadas al Consejo de Estado, órgano que debe decidir si hay o no nuevas elecciones y del cual se espera que se pronuncie a principios de enero.
Sin embargo, esta posición del CSD es considerada como una intromisión gubernamental para la FIFA y señalan que pone en riesgo la autonomía de la Federación, además de ser una grave violación de sus estatutos, por lo que esto sería lo que provocaría la suspensión. En ese sentido, los estatutos de la FIFA en su artículo 13 recogen que cada miembro debe administrar sus asuntos de manera independiente y asegurarse de que no se produzca injerencia por parte de terceros en sus asuntos.
La RFEF, presidida actualmente por Juan Luis Larrea, luego de la suspensión cautelar de Ángel María Villar, informó a la Federación de la maniobra iniciada por el CSD y de la resolución del TAD. El CSD asegura no haber recibido notificación, pero mantiene su postura de repetir el proceso electoral frente a las irregularidades detectadas en la Operación Soule. La respuesta de la FIFA en modo de advertencia ha sido clara y contundente. Es por ello que el CSD ha confirmado una solicitud de reunión de Larrea con el ministro de Educación y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo.
En la misma se tratará de reconducir la situación puesto que de darse nuevas elecciones, estas supondrían la salida definitiva de Villar, quien conserva el cargo a pesar de la suspensión. Además pondrían en peligro la continuidad de Larrea, quien pretende agotar el mandato hasta el 2020 como sustituto del dirigente suspendido. La posición de la FIFA supone un freno para el Gobierno, que considera necesaria la repetición de las elecciones para iniciar la regeneración de una federación muy cuestionada luego de la Operación Soule, y también para acabar definitivamente con la era Villar.
Esta no es la primera vez que la Federación amenaza a España con la exclusión de las competiciones internacionales. Por ejemplo, en el 2008, el presidente en ese momento, Joseph Blatter, bajo la amenaza de que la selección no participara en la Eurocopa de 2008, consiguió que el ejecutivo presidido por Rodríguez Zapatero accediera a que Villar celebrara elecciones en fechas posteriores a las que determinaba la orden ministerial.
