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jueves, 7 de diciembre de 2017

Las mujeres inteligentes dicen no a las bodas

Por DianaLeon

En los últimos años, la emancipación de las mujeres y su ascenso y participación en la mayoría de las esferas de la vida ha logrado que estas se independicen en todos los sentidos, incluso en aquellos relacionados a comprometerse emocionalmente o permanecer solteras. Y es que, según un estudio realizado en la Universidad de Nottingham, Inglaterra, determinó que aparentemente la soltería está más relacionada con la inteligencia que con no creer en el amor. Los investigadores utilizaron como muestra un grupo de 900 mujeres y hombres durante 40 años, concluyendo que las féminas tienen un 40 por ciento menos de probabilidades de casarse si son exitosas en el trabajo y han cursado una licenciatura o posgrado.

Por la parte contraria, se determinó que en el caso de los hombres, mientras más coeficiente intelectual y estudios tengan, la probabilidad de que se casen y busquen la mujer ideal que se quede en casa a cuidar de los hijos mientras ellos salen a trabajar,aumenta en un 35 por ciento. Además, el estudio determinó que en el caso de los hombres, por lo general, se casan con una mujer de menor coeficiente intelectual, descalificando así a una considerable cantidad de féminas que no están dispuestas a ser sólo amas de casa y que, por tanto, no son el tipo que la mayoría de los hombres buscan por no ser la “esposa ideal”.

Sin embargo, el aumento de las mujeres solteras no está relacionado solamente con el coeficiente intelectual, sino que como asegura el estudio, todos buscamos relaciones amorosas gratificantes. Pero el problema de las mujeres en la actualidad está más relacionado con buscar una pareja que les apoye a alcanzar sus metas personales sin tener que sacrificar su vida amorosa.

Además, las féminas con un alto grado de estudios tienen expectativas más elevadas en cuestiones románticas y buscan un hombre que represente un reto para ellas, con quien puedan tener una conversación madura y acorde al nivel intelectual de ambos.

El tiempo y la sociedad ha cambiado, y con ella la forma de pensar de las mujeres y sus aspiraciones, que ya no son influidas tan fuertemente por la fertilidad y el reloj biológico, influido por los avances tecnológicos y la búsqueda de un nivel superior de estudios, razones por las cuales tienden a postergar el matrimonio y prolongando sus estudios, cursando maestrías y doctorados.

Además, tampoco influye de manera determinante el factor de la seguridad financiera, pues una mujer con mayor preparación y estudios puede mantenerse por sí misma y, de hecho, la independencia forma parte de la autorrealización de las mujeres para las que el matrimonio ya no es una meta en su vida. Las estadísticas refuerzan esta tendencia, pues de hecho ya las mujeres no se casan a edades prematuras, y el 53 por ciento de las mayores de 18 años están solteras.

Los remanentes machistas de la sociedad hacen que por ejemplo, un motivo de discusión sea el que las mujeres ganen más que los hombres, de ahí que aprovechar las oportunidades profesionales puede convertirse en una dificultad si nuestra pareja no comparte los mismos planes de vida. De hecho, en la década pasada en América Latina, el número de mujeres trabajadoras creció entre un 35 y 50 por ciento, siendo las mujeres sin compromisos amorosos quienes se dedican más a las cuestiones laborales.

Las que pudiéramos llamar mujeres "voluntariamente solteras" están más preocupadas por encontrar un trabajo bien pagado que por tener citas, y las mujeres activas en el mundo laboral dedican menos tiempo a sus relaciones amorosas.

En estas decisiones de descartar el matrimonio también influye la presión empresarial, pues las empresas prefieren contratar mujeres solteras, no embarazadas y sin hijos, elementos que inciden en la mentalidad de las mujeres que buscan escalar en el mundo laboral. Las mujeres actuales son parte de una sociedad en transformación que está variado los roles tradicionales y también los miedos y metas de las féminas.