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jueves, 7 de diciembre de 2017

Las perspectivas en América Latina sobre el empleo juvenil

Por dianelysllorca

El trabajo así como el conseguir un empleo son condiciones necesarias para la vida en la modernidad. En ocasiones se vuelve demasiado dificultoso tener un empleo que cubra las necesidades materiales y espirituales, más aún en la juventud. En esta etapa de la vida los deseos y las perspectivas son diferentes, por lo que encontrar un empleo en concordancia a lo que se quiere puede resultar muy dificultoso. Específicamente en la región de Latinoamérica donde los contextos están marcados por las desigualdades sociales, la pobreza, los cambios políticos, las diferencias de clases y ente sentido la situación laboral de los jóvenes de la región señalan como principales motivos la desmotivación, la baja remuneración, las malas de condiciones laborales, etc.

La región de Latinoamérica cuenta con especificidades desarrolladas debido a sus características contextuales, tales como: su situación económica, pobreza, bajos índices de desarrollo humano, alto índice envejecimiento, entre otros procesos socioculturales, de los cuales los jóvenes también forman parte. Uno de los procesos más importantes para la vida y desarrollo no solo desde la perspectiva individual, sino también desde la mirada social de un joven es el campo del trabajo.

En la región Latinoamericana y el Caribe el asunto de la inserción laboral de los jóvenes ha ido cambiando a lo largo del tiempo y según las distintas condiciones de las regiones del continente. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hubo un incremento en la participación de la fuerza de trabajo femenina de 1991 al 2014, así como una disminución de la masculina. Entre los múltiples factores de este incremento femenino en el ámbito laboral se encuentran la homogenización cultural que trajo consigo la apertura al mundo laboral hacia la mujer, que empezaría a formar parte esencial en el mercado de trabajo, destituyéndola en ocasiones de su considerado rol como ama de casa.

De igual modo el mercado de trabajo se ha visto influenciado por los grados escolarización, así como el nivel educacional de los que aspiran una remuneración que ratifique los años de estudio. Pero como se sabe y como anteriormente quedó expuesto, la mirada de género es transversal, influyendo en el grado de escolarización donde en el nivel secundario y superior es mayor en las mujeres. Esto no significa que todas las mujeres que existen en la región tengan un mayor grado de preparación y mejores puestos en el mercado laboral, pues como sabemos el hecho de ser mujer condiciona una serie de vulnerabilidades y estereotipos que se interponen en el mundo laboral.

América Latina y el Caribe es un territorio con muchas dificultades sociales y económicas y los jóvenes sufren las adversidades, muchos de ellos se encuentran desempleados aun teniendo preparación académica y muchos más están dentro del grupo de los conocidos NiNi, (que ni estudian ni trabajan) donde es notable un desaliento y falta de preocupación hacia la idea del trabajo.

Hay que tener en cuenta que la juventud es a menudo mirada como un grupo vulnerable, un grupo al que hay proveer de políticas públicas, sociales etc., para su desarrollo, porque es además un grupo impulsor dentro de una nación. En los últimos tiempos, especialmente los jóvenes iberoamericanos han resaltado por ser jóvenes que no cuentan con las oportunidades que se merecen pues: “no tienen las oportunidades para construir por sí mismos ese mundo, entendido como su espacio de interacción, de desarrollo, de participación y de expresión”. Por lo que se considera un grupo que afronta muchas dificultades para su desarrollo, pues en este contexto no cuentan con las oportunidades necesarias para su evolución, entonces: “corresponde a los gobiernos formular democráticamente políticas integrales de juventud.” Ya que se considera una responsabilidad social tanto de las distintas instituciones estatales, civiles y demás emprender un compromiso con la iniciativas necesarias en beneficio de la juventud.

En América Latina los jóvenes suelen ser los más perjudicados, sobre los cuales recaen los mayores porcentajes de pobreza, problemas de salud, educación, desempleo e ingresos. Porque el hecho de ser joven es también es una estigmatización de los medios de comunicación, de hechos vinculados a la violencia, la marginalidad, al consumo de drogas, a problemas con la identidad social, apatía social, etc., es en este marco donde se desarrollan desestructuraciones sociales y la juventud se convierte en un grupo de análisis no solo a nivel de la ciencias, sino también una preocupación para la estabilidad de un país.