Lego, para algo más que soñar
Si alguien tiene duda de lo que se puede lograr con tesón y voluntad, debe leer la historia del joven de 18 años David Aguilar, para quien las limitaciones son solo aquellas que nos imponemos nosotros mismos. Algo así debió haberse dicho a él mismo aquella mañana en que mirando su viejo helicóptero de juguete, hecho con piezas de Lego, creyó que no había nada que impidiese convertirlo en una extensión para su brazo derecho, que le permite hacer flexiones.
En otras palabras, de ese montón de pequeñas piezas que la mega industria del entretenimiento concibe para el juego de los más chicos, a partir de formar con sus partes diferentes objetos, David logró crear una prótesis de brazo articulado. Sucede que el muchacho, quien vive junto a su familia en Andorra, un pequeño país que se encuentra ubicado en los Pirineos entre Francia yEspaña , y quien es originario del municipio catalán de la Seu D’Urgell, sufre de una enfermedad denominada Síndrome de Poland, patología que le causó a David una malformación en el pectoral derecho y en consecuencia impidió el desarrollo completo de su antebrazo y de su mano.
Y aunque el joven expresa que siempre lo ha llevado bien, no deja de reconocer que es una limitación, sobre todo en el día a día de hacer cosas aparentemente tan sencillas como atarse los cordones, cortar la carne o simplemente ponerse los calcetines, y donde salen a relucir sus circunstancias físicas y esta discapacidad.
Sin embargo, David encontró en los legos con los que jugaba de niño, desde que tenía nueve años, un aliciente, y cuenta que desde pequeño imaginaba que estos podían sustituir el brazo que le faltaba. Y la espera y el sueño se ha concretado hace apenas un mes, cuando el chico transformó, a partir de una genial idea, un polvoriento y antiguo helicóptero que había construido con piezas de Lego cuatro años atrás, en un brazo articulado. “Quise hacer algo útil”, explica David al contar su hazaña.
Y aunque el sorprendente invento, claro está que no puede sustituir las prestaciones que ofrece una prótesis profesional de mano, dispositivo que puede llegar a costar hasta 30.000 euros, sí le permite a David realizar flexiones y ensayar varios movimientos. Quizá sea este hecho un punto de inicio en un camino brillante para este joven, que es aficionado a la tecnología y desde pequeño ha construido con piezas de lego aviones, coches y armas, y ya vemos que mucho más.
Hoy David está cursando el segundo año del Bachillerato tecnológico en tanto aspira a cumplir su sueño de estudiar ingeniería informática y robótica. El padre de David Aguilar publicó orgulloso en la red social de Facebook las proezas que hizo su hijo, y cientos de personas quedaron asombradas, pero no solo ellas. Incluso la reconocida marca de juguetes, quedó sorprendida con los hechos. Quizá se conviertan en un apoyo para David, que ha demostrado que con Lego, nada le es imposible.
