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sábado, 23 de diciembre de 2017

Los simios controlan la robótica

Por Elizabeth Almeida

La robótica ha llegado a miles de esferas de la sociedad actual, incluso ya linda con el entretenimiento y la sana diversión, pues es tanto su desarrollo que incluso pueden penetrar en el mundo de los videojuegos y de las redes de comunicación actuales. Además, está claro que aunque la inteligencia artificial es un fenómeno que se viene desarrollando desde hace años, cada día evoluciona más y se crean muchísimos elementos que ya pueden dirigir y coordinar numerosas acciones sin necesidad de contar con la presencia humana.Y ahora, un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Chicago ha logrado algo espectacular para la medicina, pues han desarrollado un brazo robótico que tiene el objetivo de que tres macacos rhesus amputados lo puedan controlar a través de sus pensamientos.

Está claro que la tecnología y la robótica han avanzado tanto en la actualidad, que ya se utilizan robots para todo tipo de tareas. Estos inventos de los seres humanos están por todas partes y son los encargados de la mayoría de los descubrimientos actuales. Incluso en los grandes desastres nucleares que han devastado territorios enteros a los cuales aún las personas no se atreven a penetrar, los robots han llegado para medir y analizar las muestras tóxicas que auguren una recuperación. En todas las esferas, estas creaciones de inteligencia artificial desarrollan la tecnología a niveles inesperados y resuelven esos problemas que podrían impedir el triunfo de determinado proyecto por su envergadura.

La robótica ha llegado a miles de esferas de la sociedad actual, incluso ya linda con el entretenimiento y la sana diversión, pues es tanto su desarrollo que incluso pueden penetrar en el mundo de los videojuegos y de las redes de comunicación actuales. Además, está claro que aunque la inteligencia artificial es un fenómeno que se viene desarrollando desde hace años, cada día evoluciona más y se crean muchísismos elementos que ya pueden dirigir y coordinar numerosas acciones sin necesidad de contar con la presencia humana.

Y ahora, un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Chicago ha logrado algo espectacular para la medicina, pues han desarrollado un brazo robótico que tiene el objetivo de que tres macacos rhesus amputados lo puedan controlar a través de sus pensamientos. Una investigación bastante futurista y reveladora, en la que uno de los hechos más curiosos es que los simios referidos, empezaron a crear nuevas conexiones neuronales después de alrededor de 40 días de aprender a utilizar el brazo robótico. Por supuesto, los animales sufrieron una amputación por causas naturales y no para realizar el estudio.

Se afirma que el aspecto más novedoso de esta investigación es que los amputados crónicos y de largo plazo pueden definitivamente, aprender a controlar una extremidad robótica, además de la plasticidad del cerebro sobre una exposición a largo plazo, pues pudo verse qué pasa con la actividad de la red neuronal mientras aprendían a controlar el dispositivo, indica Nicho Hatsopoulos, profesor de biología y anotomía de la organización, y uno de los autores del estudio publicado.

Los simios involucrados en la investigación fueron recompensados con zumo de frutas si lograban con sus pensamientos, mover el brazo robótico y por ejemplo, coger una pelota. Dos de estos animales tenían el electrodo implantado en el lado del cerebro opuesto de la extremidad amputada mientas el tercer animal tenía electrodos implantados ipsilateralmente, dígase de en el mismo lado que la extremidad amputada.

Se utilizaron electrodos para registrar la actividad de las neuronas en el cerebro, y así los científicos gradualmente pudieron ver cómo los patrones de actividad cambiaban a medida que los simios comenzaban a dominar la nueva habilidad. Se demostró que en los cerebros de los monos con electrodos en distinto lado del miembro apuntado, ciertas porciones de neuronas aumentaban en densidad a la misma medida en que avanzaba el entrenamiento.

Pero los expertos observaron algo aún más grande en el cerebro del mono con el electrodo en el mismo lado de la extremidad amputada. Las conexiones eran más densas al comienzo del experimento, pues el mono usaba más fácilmente el brazo en ese lado del cerebro. O sea que al principio hubo un desvanecimiento de las neuronas, las cuales luego se fueron reconstruyendo en una red más densa.

Ello implica que las conexiones se estaban desvaneciendo a medida que el simio intentaba aprender una nueva tarea, debido a que ya hay una red que controla algún otro comportamiento, refiere uno de los autores, Karthikeyan Balasubramanian y especifica que tras unos días, comenzó a reconstruirse una nueva red que podía controlar la extremidad intacta y la neuroprotésica.