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miércoles, 6 de diciembre de 2017

Otro capítulo del Wikigate ruso-norteamericano

Por cuchita

Se ha revelado recientemente en la revista The Atlantic, que el hijo mayor del presidente norteamericano y que repite su nombre Donald Trump, presuntamente ha intercambiado algunos mensajes tuiteados con la controvertida plataforma Wikileaks, en el transcurso de la campaña presidencial de su padre e incluso después. Entre las revelaciones que realiza la revista se presume que, en ese intercambio, al joven Trump le sugieren que publique sus filtraciones, e incluso, que el aún cautivo en la embajada de Ecuador en Londres, Julián Assagne, fundador y portavoz de la polémica plataforma, fuera ayudado a convertirse en embajador de Australia en Estados Unidos.

Muchas cosas se han dicho desde entonces, que si había contactado con una mujer que poseía relaciones cercanas al Kremlim y podía procurarle información crucial y para comprometer a su principal rival en la contienda, la entonces aspirante Hillary Clinton. En esa reunión también habría participado el yerno del pretendiente neoyorkino Jared Kushner.

¿Sería solo una coincidencia esa cordialidad mostrada por Trump junior en su intercambio con Wikeleaks, quien precisamente había difundido los correos privados de la Clinton, así como de los cables emitidos por el Departamento de Estado en el año 2010? El intercambio de la correspondencia revelada se realizó entre el 20 de septiembre del 2016 y julio del presente año. En ella se pondera a Wikileaks la que le anima a seguir publicando y le comentan que habían acabado de divulgar los correos del propio jefe de campaña de Clinton, John Podesta. Hubo silencio por parte del hijo, pero el padre eufórico redacta un tuets denunciando la escasez de publicaciones que estaban realizando los que él calificara como “medios deshonestos” y que el sistema estaba trucado. Días más tarde apareció de nuevo el hijo de Trump tuiteando el sitio que Wikileaks le había mandado, donde estaban los famosos correos y acusaba de hipocresía y corrupción.

El 20 de septiembre la plataforma nuevamente le contacta para indicarle acerca de una agrupación independiente para captar fondos para candidatos, también conocidas como PAC y le advierte acerca de un PAC anti-Trump y luego de preguntarle para ver quien está moviendo los hilos acerca de esto y solicitarle un comentario, Don Trump responde que no está enterado pero que se interesará por ello. Al mes siguiente, el 21 de octubre del pasado año, Wikeleaks le propone a Trump junior filtrar declaraciones fiscales de su padre, algunas ya habían sido divulgadas por The New York Times y otros medios de comunicación de forma parcial y que si esta plataforma lo hiciera le daría una fachada de imparcialidad, pero este mensaje no es respondido. El silencio también es la respuesta el día de las elecciones cuando le recomiendan que en caso de que su padre sea derrotado, no acepte el resultado y que realice una acusación ante los medios acerca de la manipulación de los comicios.

Hace solo unas semanas Trump junior tuiteó todo el tráfico de mensajes y alertó que en solo tres ocasiones les ofreció una respuesta y denunció que algún congresista seguramente seleccionó la filtración realizada. Julian Assagne sin admitir la existencia de ese intercambio de mensajes, expresó sin embargo que estos habían sido editados y revelados fuera de contexto pues consideraba que de ellos no se colige que el hijo de Trump estuviera involucrado en la divulgación de las misivas de Podesta, jefe de campaña rival.

Alan Futerfas abogado del hijo del presidente, alegó que son miles los documentos entregados a las comisiones y aunque soslaya la importancia que puedan tener los motivos o la persona para que fueran filtrados esos documentos entregados al Congreso con el compromiso de la confidencialidad, mostró despreocupación acerca de los mismos tratando de poner punto final al asunto, manifestando que las interrogantes que generó el mismo tuvieron su respuesta en el marco oportuno y adecuado. De acuerdo a medios de comunicación norteamericanos, Trump junior habría entregado estos mensajes a los congresistas que se encuentran investigando la supuesta intervención del Kremlim en las elecciones, por lo que los acusó de filtrar estas comunicaciones.

Se ha vuelto a encender la sirena que alertaba acerca de la posible, debatida y denunciada participación de Moscú en las elecciones norteamericanas en función de favorecer la campaña del entonces presidenciable Donald Trump. La saga del Wikigate ruso-norteamericano ha tenido un nuevo capítulo.