Pegada del Barcelona antes del Clásico
El Deportivo La Coruña, que lleva tiempo cuesta abajo en el barranco de La Liga, fue una prueba muy sencilla para el Barcelona antes del Clásico de la venidera semana, antes de la visita a un Real Madrid que, con todo y sus cinco títulos del 2017, no parece ser tampoco un escollo tan exigente para los tropa de Ernesto Valverde, cada vez más sólida en su puesta en escena.
El partido contra el Deportivo no tenía trampa alguna para el Barcelona, salvo por el hecho de alguno de sus titulares cometiera algún error disparatado y terminara en la calle, arrastrando una sanción de cara al duelo con los merengues. Tal vez por eso Valverde dejó en el banquillo de suplentes a Sergio Busquets, a una amarilla de cumplir el ciclo, y sacó antes de terminar el encuentro a Jordi Alba, otro de los imprescindibles y de los propensos a caer en faltas. El mayor riesgo que corrió el técnico fue mantener a Luis Suárez en el partido, que en tre gol y gol, alterna encontronazos con los rivales, simula caídas en el área y protesta los fuera de juego. El uruguayo coqueteó con una sanción de rigor, pero el colegiado Mateu Lahoz no vio un codazo en carrera que pudo mandarlo a la calle.
Eso sí, Lahoz tampoco vio un gol clarísimo del ariete, porque Rubén sacó el balón cuando ya se había metido por completo en la portería, y para colmo de males, al árbitro se le escapó un penal, también sobre el uruguayo, que cometió Schar. Más tarde, Lahoz se redimió tras una clarísima falta de Fede Valverde (otra vez ante Suárez) que marcó como pena máxima. Sin embargo, Messi desaprovechó la oportunidad y su disparo desde los once metros lo detuvo Rubén, confirmando la pésima fortuna del argentino en la noche. Leo mandó tres balones a los palos, incluido un tiro libre, aunque ello no lo condujo a la frustración y apoyó de manera brillante a sus compañeros.
Con todo y la mala fortuna de Messi, el Deportivo aguantó más de la cuenta con su valla en cero, en gran medida por la gran noche de Rubén, quien contuvo disparos del argentino, de Paulinho y de Aleix Vidal. Durante media hora, las exclamaciones de frustración se sucedieron en el Camp Nou, aunque existía la certeza de que más temprano que tarde caería el muro del meta gallego. Y en efecto, Suárez abrió la cuenta tras un gran pase de Iniesta a Messi, y después Paulinho amplió la renta al aprovechar un rebote tras uno de los tiros de Messi a la madera. Por idéntica fórmula, el brasileño marcaría su segunda diana, tras un remate al poste de Jordi Alba. Suárez también tuvo otra oportunidad que no desperdició, un gran pase de Sergi Roberto desde la derecha que transformó en gol. A pesar de que el Deportivo no era el rival más exigente, el Barcelona cumplió la tarea y llegará al Bernabéu a 11 puntos del Madrid, una ventaja que parece insalvable.
