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sábado, 30 de diciembre de 2017

Polonia, contra la UE y el Estado de Derecho

Por Gladys

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, promulgó este 20 de diciembre dos leyes que reforman de manera radical el sistema judicial del país, gesto que ignora las advertencias de la Unión Europea de que las nuevas normativas violan principios. La decisión del presidente Duda ha traído como consecuencia la aplicación del llamado “botón nuclear” contra el país por parte de la Unión Europea (UE). Esto no es más que un mecanismo previsto en el Tratado de la UE, específicamente el artículo 7.1, que permite castigar a los estados miembros si se comprueba una “violación grave y persistente” de los valores europeos, como el Estado de derecho.

Este proceso legal de carácter inédito podría retirar a Varsovia su derecho al voto en la UE debido a sus polémicas reformas del sistema judicial, que Bruselas considera incongruentes con el Estado de derecho. “La Comisión ha terminado hoy que hay un claro riesgo de una ruptura seria del Estado de derecho en Polonia (...). La Comisión propone al Consejo que adopte una decisión en el marco el artículo 7.1 del Tratado de la Unión Europea”, indicó la CE en un comunicado. "Es con un enorme pesar que activamos el artículo 7.1 del Tratado de la Unión Europea”, anunció además en rueda de prensa el vicepresidente del ejecutivo comunitario, Frans Timmermans. “No nos han dejado otra opción. Esto no se trata solo de Polonia, sino de toda la UE”, continúa el directivo. Estamos hablando del mayor castigo que un país de la UE puede sufrir a manos de sus socios y nunca en la historia europea había sido activado.

Polonia está bajo el escrutinio de la CE desde el regreso al poder en 2015 del Partido Ley y Justicia (PiS), de corte nacionalista conservador, debido a la controvertida reforma global del sistema judicial dirigida, según el gobierno polaco, contra una casta de magistrados. Los 13 estatutos adoptados en dos años crearon una situación en la que el gobierno "puede interferir política y sistemáticamente en la composición, los poderes, la administración y el funcionamiento de las autoridades judiciales”, refiere Timmermans. La Comisión tiene varias medidas previstas, orientadas a deshacer la reforma de la justicia constitucional y los cambios más recientes respecto a las jurisdicciones de derecho común, al Tribunal Supremo y al Consejo Nacional de la Magistratura. Bruselas puntualizó sus inquietudes en reiteradas ocasiones al gobierno polaco, e hizo un grupo de recomendaciones como la eliminación del poder del presidente de Polonia en la prolongación de los jueces del Tribunal Supremo o la restitución de la "independencia y legitimidad del Tribunal Constitucional".

Los analistas perciben que en la práctica es sumamente improbable que prospere la medida porque requiere un consenso unánime de que la violación del Estado de derecho es generalizada. Por lo tanto Hungría, con indicios de autoritarismo análogos a los de Polonia, debería apoyar al estado polaco. No obstante, el mensaje es claro: el país se encuentra fuera de los parámetros de la UE. Pero el presidente polaco, Andrzej Duda, nada más conocer el veredicto, acusó a los responsables de la Unión Europea de mentir sobre las reformas judiciales en su país. "Muchos representantes de las instituciones europeas mienten sobre Polonia. Mienten cuando dicen que hay cambios en Polonia que conducen a la violación de los principios del Estado de derecho, cuando estamos mejorando los estándares democráticos", declaró Duda durante una entrevista concedida al canal privado de televisión Polsat.

Por otra parte, Bruselas decidió además demandar a Polonia ante el Tribunal de Justicia de la UE, máxima instancia judicial del bloque, debido a la dudosa legalidad de la reforma que rebaja la edad de jubilación de los jueces ordinarios. La norma propicia la retirada de los magistrados considerados menos complacientes con el poder y establece una discriminación de género, con el límite de vida laboral en 60 años para las mujeres y en 65 para los hombres. El recurso al tribunal tiene menos alcance político que el artículo 7.1, pero probablemente sus resultados resultarán más prácticos. Y es que si la justicia europea respalda a la CE, se acabará imponiendo una sanción económica a Polonia. Con este panorama en el horizonte, parece que el episodio del Brexit (el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea) pudiera repetirse en el corto plazo. ¿Tendremos entonces un Polexit?