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jueves, 21 de diciembre de 2017

Ruta 666: una carretera que da mucho miedo

Por Mgo87

Cuando viajamos por lugares del mundo que no suelen ser los que habitualmente los guías locales le ofrecen conocer a los turistas, suelen pasar cosas sorprendentes. Desde encontrar animales poco comunes, entablar amistad con otros viajeros que nos topamos en el camino o simplemente encontrarnos en medio de la nada, abriéndose a nuestro paso una extensa carretera rodeada solamente de inmensos árboles y montañas, que puede llegar a ser la carretera más misteriosa del mundo: la ruta 666.

Alrededor de esta solitaria y peligrosa ruta, que se halla en Estados Unidos, se alza una leyenda negra plagada de accidentes y supersticiones que llegan desde el lejano año de 1926. Se dice que esta ruta abarca los antiguos territorios de la Nación Navajo entre Utah, Nuevo México, Arizona y Colorado, siendo una de las tantas carreteras semidesérticas que atraviesan el suroeste del territorio estadounidense. Aunque a simple vista parece una avenida de apariencia normal, muchos conductores prefieren no manejar por esa larga línea asfaltada que por casi 200 kilómetros transcurre entre páramos deshabitados e inmensas rocas, y en su lugar conducen miles de kilómetros extra para rodear la carretera 666.

¿Pero de dónde proviene este nivel de sugestión y superstición de los choferes respecto a esta ruta? En primer lugar, el número asignado a la vía carga con gran parte de la culpa. Desde que en 1926 la Agencia Federal de Carreteras y Transporte le otorgara la desafortunada numeración 666, la ruta comenzó a ser conocida como la “Carretera del diablo”. Poco a poco, las leyendas urbanas comenzaron a surgir alrededor de esta carretera, a la que se le comenzaron a atribuir accidentes, muertes, desapariciones y todo tipo de historias misteriosas que acompañaban a quienes se atrevían a conducir por ella.

Pero los hechos reales también alimentaron en gran medida la superstición y el misterio, pues las autoridades de tráfico del estado de Nevada descubrieron que sus estadísticas referían un mayor número de accidentes y muertes de lo habitual en la vía. Igualmente, eran elevadas las cifras de llamadas a los servicios de socorro por las frecuentes averías que sufrían los autos. En conclusión, la Ruta 666 fue incorporada a la lista de las 20 carreteras más peligrosas de Estados Unidos. No hizo falta nada más para que la bautizada como Carretera del Diablo fuera evitada a toda costa por los choferes para evitar accidentes y desperfectos técnicos de los vehículos.

A la gente no le importó que los frecuentes accidentes se debía al trazado monótono de la vía, al mal estado de la pavimentación y a la escasa presencia policial, todo lo cual invitaba a los conductores a manejar a altas velocidades. No sirvieron de nada todas estas explicaciones oficiales. Para muchos estadounidenses es preferible no transitar por una carretera que es dominio del diablo, donde seguramente hay presencia de autos fantasmas que se manejan solos, animales demoníacos, espectros y sabrá Dios que otra cosa sobrenatural puede haber. Aunque la Administración Federal decidió, en 2003, cambiarle el nombre de Ruta 666 a Ruta 491, la antigua carretera sigue siendo la del diablo.