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lunes, 18 de diciembre de 2017

Tanta tele es peligrosa

Por Jacky

Lo más común es que, entre otras actividades, para relajar del trabajo o el estrés, destinemos el fin de semana para hacer una maratón de alguna temporada de nuestra serie de televisión favorita, o disfrutar de una variedad de películas para ponernos al día. Sin embargo, según las últimas investigaciones, quizás sin querer nos estemos poniendo en riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo. Un grupo de investigadores estadounidenses compararon a las personas que reportaron que veían la televisión con más frecuencia con aquellos que raras veces o nunca la veían, determinando que el riesgo de padecer un tromboembolismo venoso (TEV) se incrementó en un 70 por ciento.

Lo más común es que, entre otras actividades, para relajar del trabajo o el estrés, destinemos el fin de semana para hacer una maratón de alguna temporada de nuestra serie de televisión favorita, o disfrutar de una variedad de películas para ponernos al día. Sin embargo, según las últimas investigaciones, quizás sin querer nos estemos poniendo en riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo. Un grupo de investigadores estadounidenses compararon a las personas que reportaron que veían la televisión con más frecuencia con aquellos que raras veces o nunca la veían, determinando que el riesgo de padecer un tromboembolismo venoso (TEV) se incrementó en un 70 por ciento. El TEV, como lo define la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), es un tipo de coágulo sanguíneo que puede bloquear el flujo de la sangre en una vena.

La investigación incluyó a más de 15 mil adultos de Estados Unidos, que tenían entre 45 y 64 años de edad cuando comenzó el estudio entre 1987 y 1989. La pregunta realizada a los voluntarios fue si veían la televisión "nunca o raras veces, a veces, con frecuencia o con mucha frecuencia". Esta información fue actualizada en dos periodos: 1993-1995 y 2009-2011. Aunque no se recopiló información acerca de cuántos minutos diarios veían televisión las personas.

Durante más de 20 años de seguimiento, unas 700 personas desarrollaron los coágulos sanguíneos. De hecho, incluso aquellos que hacían ejercicio con regularidad y cumplían las recomendaciones sobre la actividad semanal del gobierno estadounidense, que regula 150 minutos de ejercicio moderado o 75 de ejercicio vigoroso, seguían presentando un incremento en el riesgo de padecer TEV. El riesgo fue un 80 por ciento más alto entre los que hacían ejercicio regularmente y veían televisión con mucha frecuencia, comparados con los que "nunca o raras veces" la veían.

La Dra. Mary Cushman, coautora de la investigación y profesora de medicina en el Colegio Médico Larner de la Universidad de Vermont señaló que no consideraba que ver la televisión en sí mismo sea malo, pero añadió que mejor todo con moderación. Y es que el estudio no fue diseñado para probar una relación causal, y podrían haber contribuido otros factores al desarrollo del TEV, como por ejemplo la obesidad que es un factor de riesgo que se sabe lleva al desarrollo de coágulos sanguíneos.

En ese sentido, cuando los investigadores ajustaron los datos para controlar el peso, hallaron que la obesidad explicaba alrededor de un 25 por ciento del riesgo. Aunque la falta de movimiento aumentaba el riesgo de padecer TEV en un 50 por ciento. Es por ello que Cushman aconsejó pensar en cómo pasa su tiempo, y mirar si era posible aprovechar el tiempo que se pasa frente a la televisión para incluir algo de actividad. Por ejemplo, una buena opción sería andar en una cinta caminadora mientras se ve la tele.

La especialista también indicó que una combinación de factores de riesgo puede llevar a empeorar más las probabilidades de desarrollar un TEV. Y es que según los resultados de la investigación, aquellas personas con el estatus de obesidad más alto que veían televisión frecuentemente tenían un riesgo 2.4 veces más alto.

En lo relativo a la obesidad, el Dr. James Catanese, jefe de cardiología en el Hospital de Northern Westchester, Nueva York, aunque no participó en la investigación, recomendó que si no practica ejercicio mientras se ve la televisión, al menos vea un episodio y luego haga algo físico por 20 minutos, pues la inactividad física es un factor de riesgo de todas las enfermedades cardiovasculares, incluidos los TEV. Otras formas de prevenir los TEV son mantener un peso saludable, realizar actividad física con regularidad y mantener una dieta saludable para el corazón.