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domingo, 17 de diciembre de 2017

Un año más de vida para la ley marcial en Filipinas

Por Miss GD

Tras unos cinco meses de intensos bombardeos y batallas en las calles entre los militantes islámicos y el Ejército filipino , que han dejado un saldo de 1.200 muertos y el desplazamiento de unos 400.000 vecinos, el gobierno declaró su victoria final en el pasado mes de octubre. Aun así, el líder de la nación asiática aseguró el pasado viernes que necesitaba extender la ley marcial un año más para asegurar la erradicación de los milicianos en Mindanao, una región bastante empobrecida por las luchas que mantienen varios grupos armados.

El Congreso de Filipinas aprobó este 13 de diciembre la extensión de la ley marcial en la isla de Mindanao durante otro año más, una medida que ha sido vista como necesaria por el presidente del país, Rodrigo Duterte, para intentar hacer frente a los numerosos grupos armados que operan actualmente en la región pero que es duramente rechazada por la oposición y varias organizaciones de derechos humanos.

Duterte dictó por primera vez esta ley para la conflictiva isla el pasado día 23 de mayo justo después de que dos grupos afines al Estado Islámico atacaran y se hicieran con el control de una parte de la ciudad de Marawi, donde intentaron establecer una base para la creación de un califato. En un inicio, aquella declaración era válida solo para 60 días, pero el Congreso aprobó luego la petición del presidente de extenderla hasta finales del 2017.

Tras unos cinco meses de intensos bombardeos y batallas en las calles entre los militantes islámicos y el Ejército filipino , que han dejado un saldo de 1.200 muertos y el desplazamiento de unos 400.000 vecinos, el gobierno declaró su victoria final en el pasado mes de octubre. Aun así, el líder de la nación asiática aseguró el pasado viernes que necesitaba extender la ley marcial un año más para asegurar la erradicación de los milicianos en Mindanao, una región bastante empobrecida por las luchas que mantienen varios grupos armados.

En la sesión de la jornada del 13 de diciembre, las dos Cámaras del Congreso aprobaron con una mayoría importante la prorrogación de esa ley de excepción que otorga a los militares bastos poderes, incluida la capacidad de realizar detenciones sin necesitar orden judicial alguna, la suspensión del habeas corpus y la posibilidad de establecer varios controles en carreteras y caminos a discreción.

El texto también apuntaba a que, pese a que los militantes islamistas habían sido finalmente derrotados en Marawi, la inteligencia militar detectó la presencia de más hombres armados vinculados con el Estado Islámico en otras partes de la controversial isla, que alberga una importante población musulmana. Según Duterte, esos grupos habrían intensificado sus tareas de reclutamiento, entrenamiento y radicalización, actividades orientadas a la realización de actividades aún mayores e impulsar verdaderos levantamientos armados en apoyo del objetivo de establecer los cimientos de un califato islámico mundial.

Además, identificó a un militante llamado Abu Turaipe como el más probable sucesor de Isnilon Hapilon, el líder de la formación terrorista Abu Sayyaf y emir del ISIS en el territorio del Sudeste Asiático que fue abatido en los últimos días de la batalla por la zona de Marawi junto a los otros cabecillas del ataque. De acuerdo con el mandatario filipino, las huestes de ese combatiente se han visto involucradas en varias escaramuzas con los soldados gubernamentales en las marismas del centro de la isla desde el mes de agosto y planean realizar ataques con bomba en los más importantes centros urbanos del país.

La extensión de la ley marcial hasta el 31 de diciembre de 2018 también tiene lugar poco después de que Duterte anunciara el final de los esfuerzos por parte de su administración por llegar a un verdadero acuerdo de paz con el Partido Comunista de Filipinas, cuya unidad armada, el Nuevo Ejército del Pueblo, ha intensificado sus ataques en comunidades de Mindanao y otros lugares en los últimos meses