Compartir hasta lo negativo
Los gemelos fraternos, o dicigóticos, son 2 óvulos diferentes fertilizados, que generalmente desarrollan 2 sacos amnióticos separados, 2 placentas y 2 estructuras de soporte. Mientras que los gemelos idénticos, o monocigóticos, pueden o no compartir el mismo saco amniótico, dependiendo de cuán temprano se divida en 2 el óvulo fertilizado. Esta breve explicación nos lleva a otro hecho, relacionado también con los gemelos. Este tiene que ver con que un grupo compuesto por investigadores de varios países descubrió un nuevo fenómeno vinculado a los gemelos idénticos. Ellos arribaron a la conclusión de que estos no solo comparten sus genes, sino también poseen un nivel adicional de similitud molecular que influye en sus características biológicas.
Los científicos, liderados por Robert A. Waterland, se plantearon un mecanismo para explicar el nivel extra de semejanza y mostraron que este se halla asociado con el riesgo de padecer cáncer en la edad adulta. Los resultados fueron publicados en la revista Genome Biology y se refieren a la denominada «superesimilitud epigenética». «Las características de un sujeto dependen no solo de los genes heredados de sus padres sino también de la epigenética, es decir, de los mecanismos moleculares que determinan qué genes se activarán o desactivarán en diferentes tipos de células», explicó Waterland en un comunicado
«Si, en los genes de gemelos idénticos, los marcadores epigenéticos se establecen antes de que el embrión se divida en dos. Y estos serán los mismos en ambos gemelos, por lo tanto, ambos gemelos heredaran una memoria molecular íntima de su legado de desarrollo compartido como un individuo único», añadió. De hecho la «supersimilaridad epigenética» parece producirse en un grupo relativamente pequeño de genes, pero, como descubrió el equipo de Waterland, muchos de estos están asociados con el cáncer.
Además, no es la primera vez que se prueba que los gemelos pueden compartir cosas. En una ocasión se demostró que estos pueden tener tanto las mismas huellas y ADN, aunque esto sucede raras veces. Inicialmente este tipo de gemelos comparten, de manera absoluta, el 100 % de sus genes, pero durante su crecimiento se dan pequeñas variaciones genéticas, en pocas palabras, se vuelven clones a partir de un proceso natural. También, y aunque no existe prueba científica de esa conexión paranormal sí la hay de su enorme similitud genética, así como de que cada vez existen más gemelos en el mundo.
El fotógrafo canadiense François Brunelle, quien lleva muchos años inmerso en un apasionante proyecto, busca y reúne parejas de dobles anónimos por todo el mundo a los que inmortaliza juntos, demostrando que cada persona tiene siete gemelos repartidos por ahí.
