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miércoles, 3 de enero de 2018

Desmontando tres mitos sobre el embarazo

Por LisyFa

Cualquiera que haya estado alguna vez embarazada sabe que durante esa etapa las mujeres recibimos todo tipo de consejos extraños tanto de amigos como familiares, que, aunque muchas veces son bien intencionados, en muchos casos tienen poca base científica. Por eso, compartimos con ustedes algunos de los mitos más extendidos.

En primer lugar: comer por dos. Lo cierto es que los científicos afirman que no se requieren muchas calorías adicionales para alimentar a un feto en crecimiento. Incluso en el tercer trimestre, además de la recomendación diaria habitual de 2 000 calorías, las mujeres solo necesitan 200 calorías adicionales al día. Eso es el equivalente a un bagel o una cucharada colmada de mayonesa, aclara BBC News.

Las mujeres incluso pueden seguir un plan de dieta sin dañar a sus bebés. De hecho, se ha descubierto que las dietas saludables que no apuntan a perder peso aportan beneficios para la madre y el bebé. Un meta-análisis de 44 ensayos controlados aleatorios, donde se tomaron los datos de más de 7 000 mujeres, encontró que aquellas a las que se les dio un plan de dieta obtuvieron un promedio de 3.84kg (8.4lbs) menos por el final de su embarazo. Eso no afectó el peso de sus bebés al nacer, y sí redujo el riesgo de preeclampsia, un trastorno de la presión arterial que es una de las complicaciones más comunes del embarazo.

El segundo mito es que los dolores menstruales desaparecerán. Los científicos han descubierto que la gravedad del dolor menstrual cambia a lo largo de los años, y a menudo disminuye con la edad, por lo que esa disminución en algunos casos podría no estar relacionada con el embarazo o el parto sino con el natural paso de los años. No obstante, los investigadores especulan que los partos vaginales podrían ser más efectivos para reducir el dolor posterior porque las lesiones del piso pélvico podrían dañar los nervios que unen el útero con el tronco encefálico, lo que significa que el dolor no se puede sentir.

El tercer mito está relacionado con los aviones. Las aerolíneas impiden que las mujeres vuelen hacia el final de su embarazo, no porque sea peligroso para el feto en desarrollo o la madre, sino por temor a que entren en trabajo de parto. El consenso es que volar durante el embarazo es seguro para la mayoría de las personas. En 2002, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos publicó una guía que decía justamente esto, pero concluyó que las mujeres con hipertensión inducida por el embarazo, un mayor riesgo de parto prematuro o una diabetes mal controlada deben consultar a su médico antes de volar. Cualquier mujer con problemas médicos exacerbados por bajos niveles de oxígeno debe considerar llevar oxígeno con ellas.

En el Reino Unido, el Royal College of Obstetricians and Gynecologists aconseja realizar caminatas regulares alrededor del avión y mantenerse hidratada para reducir el riesgo de trombosis venosa profunda, pero insiste en que no hay evidencia de que el vuelo cause aborto espontáneo o parto prematuro.