El vino, un viejo conocido
Al conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se le conoce como enología, aunque sin considerar los procesos de cultivo de la vid. A la ciencia que aborda tan solo de la biología de la vid, y su cultivo, se denomina ampelología. Lo que está muy claro es que el vino es una bebida muy especial, que las personas disfrutan desde hace muchísimo tiempo en la historia. De hecho, ahora algunos arqueólogos de la Universidad de Toronto y del Museo Nacional de Georgia han descubierto la que hasta ahora se supone, es la evidencia más temprana de la elaboración de vino, o sea, hace unos 8 mil años.
El vino es una bebida sumamente conocida por todos, obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica de su zumo.Pero el vino es una suma de factores ambientales como el clima, la latitud, la altitud, horas de luz y temperatura, entre otros. Hoy en día, aproximadamente un 66 por ciento de la recolección mundial de uva, se dedica a la producción vinícola; y el resto es para su consumo como fruta, pero a pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan solo un 0,5 por ciento del suelo cultivable en todo el mundo.
Pero ese muy reconocida denominación de vino, se le otorga únicamente al líquido resultante de la fermentación alcohólica, del zumo de uvas, sin adición de ninguna sustancia. Al conocimiento de la ciencia particular de la elaboración del vino se le conoce como enología, aunque sin considerar los procesos de cultivo de la vid. A la ciencia que aborda tan solo de la biología de la vid, y su cultivo, se denomina ampelología.
Lo que está muy claro es que el vino es una bebida muy especial, que las personas disfrutan desde hace muchísimo tiempo en la historia. De hecho, ahora algunos arqueólogos de la Universidad de Toronto y del Museo Nacional de Georgia han descubierto la que hasta ahora se supone, es la evidencia más temprana de la elaboración de vino, o sea, hace unos 8 mil años, lo que quedaría alrededor del 6 mil antes de nuestra era. Y es que hasta ahora, la evidencia más antigua del vino databa del 5 mil antes de nuestra era en la actual Irán.
Lo ahora descubierto significa que hacemos vino mil años antes de lo que se creía. El hallazgo fue localizado en dos antiguos pueblos neolíticos con antecedentes arqueológicos, Gadachrili Gora y Shulaveris Gora, en el sur de la actual Georgia. El equipo de arqueólogos desenterraron una gran cantidad de fragmentos de alfarería de cerámica y los entregaron a los científicos para su análisis químico.
Para ello debieron hacer uso de la última tecnología de extracción química, mediante los la cual los investigadores descubrieron rastros de ácido málico, ácido succínico, ácido cítrico y ácido tartárico, dígase de los compuestos clave para identificar la presencia de uvas y vino.
La versión domesticada de la uva tiene más de 10 mil variedades en todo el mundo, indicó el coautor del estudio Stephen Batiuk y explicó que Georgia es el hogar de más de 500 variedades de vino, lo que manifiesta que en la zona han sido domesticadas y cruzadas durante muchísimo tiempo. El período Neolítico comenzó alrededor del 15 mil 200 antes de nuestra er., en Medio Oriente, y finalizó entre el 4 mil 500 y el 2 mil antes de nuestra era. Ese de por sí fue un tiempo de muchas transformaciones en el que los humanos se alejaron de la caza y la recolección y se encaminaron a la agricultura y el asentamiento, y con el tiempo montaron las bases de las consideradas como primeras grandes civilizaciones de la Tierra.
Los expertos han afirmado que ya fuera como medicina, como cohesión social, o como un producto que altera la mente, el vino fue unas de las bebidas más adoradas y se convirtió en foco de cultos religiosos, además de farmacopeas, cocinas, economía y sociedad en todo el antiguo Cercano Oriente, como afirma Stephen Batuik, debido a su color, olor y sabor, tan gratos para la mayoría de las personas desde tiempos remotos.
Indican los expertos igualmente, que la gama infinita de variedades de uva actual es el resultado concluyente de la mezcla eurasiática domesticada que se trasplanta y cruza con otras variedades silvestres de disímiles lugares una y otra vez, dice Batuik y añade que la vid eurasiática que ahora representa el 99,9 por ciento del vino producido en el mundo tiene sus raíces en esta zona.
