España, ¿donde está tu libertad de expresión?
La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) organismo que vela por los derechos de la libertad de información y de expresión en España ha resumido el pasado año 2017 como ‘’el año de los delitos de opinión’’. Caracterizado por la gran cuantía de tuiteros condenados por enaltecimiento del terrorismo, las penas de prisión a raperos y las multa a periodistas.
Según el portal RT, la presidenta de la Plataforma ha declarado que ‘’cuesta encontrar en la última etapa democrática de España un precedente similar al grado de represión atentando contra la libertad de expresión, que se ha alcanzado en este año en la nación española. En opinión de su presidenta Virginia Pérez Alonso esto es ‘’tan grave que tardaremos en asimilar su alcance".
Comenzando la represión el pasado año con las acusaciones de la tuitera Cassandra, de 21 años, y el cantante César Strawberry, imputados por un delito de ‘’humillación a las víctimas de terrorismo y enaltecimiento del mismo, el 2017 comenzaba con mal pie en cuestión de libertad de expresión. A estos le siguieron la condena del rapero Valtonyc en febrero y la inhabilitación del Colectivo ‘’La Insurgencia’’ otros doce raperos condenados a 2 años y un día de cárcel. Igualmente en marzo del pasado año la Audiencia Nacional fue motivo de alarma por la celebración de siete juicios por enaltecimiento del terrorismo en redes sociales.
Por otra parte en el 2017 se siguieron multando a periodistas en virtud de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como ‘’Ley Mordaza’’. Entre estos se encuentran los periodistas Raúl Solís, Mikel Sáenz de Buruaga y la periodista Cristina Fallarás, quienes la PDLI han defendido, alegando que solo ejercían su derecho a informar.
Otra de las preocupaciones de la plataforma son ‘’ las iniciativas políticas o legislativas que busquen controlar a los medios o restringir en cualquier canal la libertad de información, de manera directa o indirecta". Denunciando el fenómeno de las conocidas ‘’noticias falsas’’ como excusas para un posible control político de los medios de comunicación. Por lo que la organización simplemente aboga por que se respete el derecho a la libertad de expresión, así como de información, en la búsqueda de preservar la verdad y el conocimiento de la realidad.
