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viernes, 12 de enero de 2018

La malaria se anota otro punto: todavía no hay medicamentos

Por Elizabeth Almeida

Cada vez que en la lucha contra la malaria parece que empieza a avanzar la acción de los fármacos, el parásito de esta enfermedad se levanta y continúa peleando. Tiene una habilidad especial para recuperarse y evadir los efectos curativos de los numerosos tratamientos que se han probado para intentar hacerle frente. Su baza para volverse resistente radica precisamente en su capacidad para reinventarse cambiando su propio genoma, una tesis que recientemente confirmó un consorcio internacional de investigadores.

A causa de la malaria, siguen muriendo más de 400.000 personas al año en todo el orbe, la mayoría de los casos se registran en el África subsahariana. En el 2016, según datos de la Organización Mundial de la Salud, hubo unos 216 millones de personas con paludismo y murieron 445.000. Últimamente, las cifras iban mejorando, pero esta vez incluso han aumentado respecto a 2015 con 212 millones de afectados y 429.000 fallecimientos, según expone Javier Gamo, director de la Unidad de Malaria de GSK en España quien participa en la investigación coordinada por la Universidad de California en San Diego.

Ya hace unos cuatro o cinco años se empezaron a notificar algunos casos esporádicos de fallos terapéuticos por la resistencia a las combinaciones actuales de fármacos antimaláricos, pero estas empiezan a darse cada vez con más frecuencia, destaca el experto.

La capacidad del parásito de la malaria para hacerse resistente frente a los antipalúdicos con el paso del tiempo no supone gran novedad. De hecho, es un problema muy recurrente por el que la propia OMS recomienda seguimiento continuo. Plasmodium falciparum, el nombre científico de este parásito, ha vencido ya a varias generaciones de fármacos anteriores, como la cloroquina y la sulfadoxina-pirimetamina, que se tuvieron que excluir del arsenal terapéutico contra la malaria.

En la actualidad, según explica Luis Izquierdo, investigador de malaria e ISGlobal, la terapia se enfoca en combinaciones de varias medicinas, para que actúen en distintos los ámbitos y vías metabólicas y con diferentes modos de acción.

Con el objetivo de comprender el modo en que este parásito desarrolla resistencia a los distintos fármacos, Annie Cowell, junto a su equipo de la Universidad de California en San Diego, y otras instituciones entre las que se encuentra la unidad de malaria de GSK en Madrid, han analizado el genoma de unos 262 parásitos Plasmodium falciparum resistentes a casi 37 compuestos antipalúdicos.

Tras la exposición a distintos medicamentos, en un total de 83 genes clave relacionados con la resistencia, los investigadores encontraron cientos de mutaciones genéticas. De esta manera, se ha logrado un mayor conocimiento de la biología del parásito y sus mecanismos de resistencia y también se han descubierto nuevos genes que podrán ser usados para la investigación de las futuras medicinas.

En palabras del propio investigador de ISGlobal, al hacer una valoración del estudio: "Es un trabajo bastante completo. Es un gran consorcio que pretende mapear prácticamente todo lo que se pueda saber sobre el resistoma del parásito: las mutaciones que pueden dar lugar a las resistencias, usando incluso fármacos que todavía se encuentran en desarrollo, moléculas que se están investigando y que quizá jamás lleguen a ser utilizadas en humanos”.

La investigación, desarrollada por prestigiosas instituciones de la ciencia y reconocidos expertos y financiada por la prestigiosa Fundación Bill y Melinda Gates, no presenta todavía un nuevo fármaco, pero sí abre las puertas a otras formas de atacar cepas farmacorresistentes de ese mortal parásito. Así lo apunta una de las participantes del estudio, Elizabeth Winzeler, quien es profesora de farmacología en la Universidad de California: "Esta exploración permitirá orientar nuevos esfuerzos para el posterior descubrimiento y desarrollo de novedosos fármacos y avanzar así en la comprensión de cómo el parásito de la malaria evoluciona para luchar contra los medicamentos”.