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martes, 9 de enero de 2018

La primera causa de muerte (no natural) en España

Por Diana M.

Hablar de suicidio, de hombres o mujeres que se quitan la vida genera una extraña mezcla de compasión y rechazo. Pena por aquellos que no han logrado llevar a sus espaldas la dura carga que les agobia; y rechazo porque en el fondo, admiramos el valor y no la cobardía, el optimismo y no el espíritu derrotado de quienes buscan en la desgracia infligida la salida más ´fácil´ a sus problemas. En España el suicidio es una alternativa para muchos, y hasta hoy es la primera causa de muerte no natural. Las cifras son alarmantes tratándose de un país con raíces profundamente católicas, pero eso lo abordaremos más adelante.

Las cifras son alarmantes tratándose de un país con raíces profundamente católicas, pero eso lo abordaremos más adelante. No se trata de números al azar, basados en la percepción de las instituciones médicas o sociales; y sí, el 2016 fue un año de contrastes. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) durante ese período las muertes naturales continuaron siendo la mayoría con un 96,2% del total de los fallecidos, lo que representa unas 410.611 personas. Sin embargo, cuando se comparan las tendencias, las defunciones por causas externas aumentaron significativamente, incluso con un crecimiento de un 3,9% más respecto al año anterior, el 2015. Quince mil seiscientos sesenta y ocho (15 668) españoles, de ellos 9.807 hombres y 5.861 mujeres murieron por causas no biológicas.

Específicamente el caso del suicidio resultó alarmante, pues se mantuvo como la primera causa de muerte externa, y fue el responsable de unos 3.569 fallecimientos, cifra que descendió un 0,9% respecto al 2015, un descenso en exceso discreto. Al suicidio le siguieron las caídas accidentales, que cobró la vida de 3.019 personas, aumentando respecto a períodos precedentes en un 8,5%; y sucesivamente el ahogamiento, la sumersión y sofocación accidentales, con 2.732 víctimas y un incremento del 2,2%.

Para muchos sin embargo, las cifras de muertes por accidentes de tránsito resultan bajas si imaginamos a una España de abundante tráfico, embotellamientos y factores de riesgo. Fallecieron 1.890 personas por este concepto, aunque más hombres que mujeres, del género masculino perecieron 1.448 y 442 del otro sexo. Y la diferencia entre uno y otro género es casi una constante en el mundo entero, las mujeres son conocidas por su cautela y responsabilidad ante el timón respecto a los hombres.

Pero… ¿quiénes acuden al suicidio como opción en España? Son los hombres los más propensos a quitarse la vida. Según las cifras del propio INE, cada 100 000 habitantes hay 11,7 varones que se suicidan. ¿Por qué este género? Sobre la figura masculina, el padre de familia, el hermano mayor a cargo de los más pequeños, el abuelo que cuida de sus nietos; recae el mayor peso. Y no solo económico, que es el fundamental, también en materia de crianza y guía de familia. ¿Siempre lo consiguen? No. La recesión, la crisis económica, deudas, desempleo, aumento del consumo de drogas en los más jóvenes, entre otras muchas causales, son situaciones que pueden generar estrés, sentimientos de frustración y pérdida del control. No necesitamos un tirulo en psicología para saber que al “macho alfa” (y no lo digo con sentimiento de machismo) le gusta saberse el proveedor, el sostén, sentirse admirado y respetado por el resto de los miembros de la familia, el círculo de amigos, la sociedad toda. Perder ese garante, puede llevar al último recurso, el suicidio.

En segundo término, sostiene el INE, los hombres mueren producto de caídas accidentales (7,0) y accidentes de tráfico (6,3).

El caso de las mujeres es absolutamente distinto. Las caídas accidentales fueron la primera causal externa en las féminas con una tasa de 6,0 por cada 100.000 habitantes, seguida del ahogamiento, sumersión y sofocación (5,6) y de los suicidios (3,8). Si se analizan las causas que pueden subyacer tras estos números, se puede identificar la violencia intrafamiliar como agente secundario. ¿Ahogo, sofoco, sumersión…suicidio? Varios estudios han demostrado que las mujeres, por naturaleza, suelen ser más resistentes a las adversidades que el propio hombre, sobre todo por su instinto materno de protección a la cría y por ende de supervivencia. ¿Qué las conduce al desespero? Muchas veces la humillación, la violación, los golpes.

Y tal pareciera que a medida que las generaciones transcurren se vuelven más intolerantes, refiriéndome al lidiar con situaciones límites. Una vez que concluyen la juventud temprana y enfrentar la “vida real” suele llegar el pensamiento suicida. El Instituto Estadístico apuntó que el grupo de edad con más suicidios fue el de 30 a 39 años, con 456 casos, seguido de los de 50 a 54. Hubo doce suicidios de menores de quince años y uno más de mayores de 95 años. En general, en las personas de entre 15 y 39 años, la causa principal de muerte son las denominadas "causas externas": los suicidios y accidentes.

Ante este fenómeno, España debe detenerse y repensarse. Por un lado las propias familias en la educación a sus hijos, confirmar a las nuevas generaciones que no solo va contra la propia ley de Dios, la ley de la vida; sino que nunca va a ser la mejor alternativa. Cada problema tiene su solución. También las escuelas, y el propio gobierno. Primero porque es el responsable de garantizar un país que haga sino “felices” por la subjetividad de la palabra, el menos plenos, realizados, a sus habitantes. Un gobierno que brinde oportunidades, que de empleos, que garantice sustentos, salud, protección.