Las tasas de autismo en Estados Unidos se estabilizan
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por alteración de la interacción social, de la comunicación verbal y no verbal y por el comportamiento restringido y repetitivo. Aunque las tasas de autismo son más altas de lo que se pensaba originalmente, podrían haberse estabilizado en los últimos años, de acuerdo a un estudio reciente a partir del análisis de datos de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos. Estos datos estiman que un 2.41 por ciento de los niños de ese país tienen un trastorno del espectro autista, El estimado anterior hecho en 2010, era de unas tasas de autismo del 1.47 por ciento, cifra que, de acuerdo con el autor principal, Wei Bao, epidemiólogo en el Colegio de Salud Pública de la Universidad de Iowa, es mucho más alta de lo que se pensaba.
Las cifras señalan que los trastornos del espectro autista afectan a 1 de cada 41 niños, lo que representa un aumento inmenso respecto a décadas anteriores.
De acuerdo con Bao el autismo ya no es algo raro como era en los 70 y los 80, cuando la prevalencia era de 1 por cada mil. Y es que los nuevos datos detectados en el estudio señalan que está en 1 por cada 41, siendo la prevalencia mucho más alta de lo que se pensaba. Sin embargo, los especialistas también señalaron que la tasa podría haberse nivelado en los últimos años.
Y es que entre 2014 y 2016, la tasa no experimentó un aumento estadísticamente significativo. Según el doctor Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual en el Centro Médico Pediátrico Cohen de Nueva York, luego de muchos años de observar un aumento lento pero constante, es alentador que los datos más recientes de ese país no encontraran ningún aumento en el periodo más reciente de 3 años.
Adesman aclaró que aunque es alentador que no esté aumentando más la prevalencia de los trastornos del espectro autista, no comprenden bien por qué la prevalencia aumentó en los años anteriores recientes, y sigue siendo preocupante que la prevalencia sea tan alta. Además, Bao considera que es demasiado pronto para alegrarse por la nivelación en las tasas de autismo. En ese sentido, advirtió que es un periodo de apenas 3 años, por lo que es difícil ver un gran aumento o reducción en ese tiempo y, por lo tanto, no es seguro concluir con firmeza si esto en realidad indica una estabilidad.
Los estimados anteriores dependían de la Red de Monitorización del Autismo y de las Discapacidades del Desarrollo, una serie de programas financiado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses para dar seguimiento a las tasas de autismo. Pero en su estudio, Bao y sus colaboradores usaron datos de la Encuesta nacional de entrevista de salud, una encuesta realizada anualmente por los NIH.
Los resultados de la encuesta señalan que los intentos previos podrían haber reportado las tasas de autismo de manera insuficiente. En opinión de los expertos, el aumento en el autismo podría ser debido a los nuevos criterios diagnósticos que ampliaron la definición de la afección, pues ahora se diagnostica un trastorno del espectro autista a los niños con síndrome de Asperger de alto funcionamiento.Otros estudios similares, como uno publicado en 2015 en la revista JAMA Pediatrics determinó que casi dos tercios del aumento en el autismo en los niños daneses era atribuible a cambios en la forma en que se diagnostica y se da seguimiento al trastorno. Lo que podría explicar parte del aumento, aunque la mayoría de casos siguen siendo niños diagnosticados con el autismo tradicional.
Bao añadió que no considera que el cambio en los criterios diagnósticos pueda explicar este tipo de aumento del todo, sino que debe ser parte del motivo.
Otro de los resultados de la revisión de Bao y sus colaboradores es que los chicos son más propensos al autismo que las chicas, con un margen de 3 a 1. En ese sentido, Bao señaló que se desconoce el motivo, pero podría tener algo que ver con diferencias sexuales en la genética o las hormonas.
Además, el nuevo estudio encontró que los niños blancos y negros son más propensos que los hispanos a ser diagnosticados con autismo, aunque no hay un motivo claro de a qué podría deberse.
