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martes, 9 de enero de 2018

Oprah es el show

Por Mayli

En una premiación de los Globos de Oro, donde el hilo conductor de la ceremonia en Los Ángeles, fue la lucha de las mujeres en la industria de Hollywood, contra el acoso sexual, destapado con el escándalo del productor Harvey Weinstein, la espectacular actriz y conductora de televisión, protagonizó un excelente discurso feminista.

 

La ceremonia de los Globos de Oro, 2018, se sabía de antemano, que iba a tener muchos puntos en común en los discursos, pues desde antes, se convocaba, por famosas y famosos a unirse a la campaña #Timeisup, para llamar la atención sobre el acoso sexual, ya no solo en Hollywood, donde la peligrosa burbuja, reventó, si no en todas las sociedades.

Desde la alfombra roja, la mayoría de las mujeres vistieron el negro luctuoso, en solidaridad con la campaña, y con todas las demás actrices que desvelaron las atrocidades que sufrían a manos de poderosos productores, y hombres del espectáculo de Hollywood, como lo fue el otrora poderoso productor Harvey Weinstein, que fue el inicio de esa ola abarcadora. Todas las mujeres que pasaron por los micrófonos del espectáculo, hicieron énfasis en el tema, algunas menos directas, como Nicole Kidman, otras más enfáticas, como Elisabeth Moss, quien utilizando palabras de la escritora feminista canadiense, Margaret Atwood, y en la que se basa, la serie “El cuento de la criada” que Moss protagoniza, habló directamente de esas mujeres que sufren, y habló de que ahora ellas, son las que escriben su propia historia. Todas las actrices, dijeron algo, pero la que dejó un discurso más fuerte fue la ex presentadora Oprah Winfrey.

Una vez recibió el galardón, Cecil B. De Mille, y cuando el tema principal contra el acoso sexual, la siempre exquisita Winfrey, dejó claro, que no sería un discurso más, y dejó boquiabiertos a unos cuantos en la sala, y desde frente a la pantalla. Incluso algunos compararon la alocución con un discurso presidencial, exquisito, como ella. Winfrey inició su discurso con una anécdota personal, cuando desde el suelo de su casa veía como el actor negro, Sidney Poitier, recibía el premio Oscar, en una época sumamente racista en Estados Unidos, y lo que eso significó para una niña, que veía a diario como su madre se desgastaba limpiando casas para blancos, por un mísero salario.

Winfrey habló de cómo eso cambió su vida. Prosiguió esta mujer, con un agradecimiento a todas esas mujeres que tuvieron que aguantar por años el acoso de hombres poderosos, porque tenían cuentas que pagar, y vivir, y porque querían cumplir sus sueños, o porque tenían miedos de hombres tan poderosos, y habló de la verdad. Habló de cómo por años, la mujer que denunciaba el acoso, o las violaciones, no era escuchada, y se les ninguneaba, habló de casos específicos, y dio una luz de esperanza, a todas las niñas que veían el show, como fuerza, de que no estaban solas, que ahora todo había acabado para esos poderosos.