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sábado, 6 de enero de 2018

Un Madrid espeso abre el año con triunfo

Por Aliet Arzola

Para los números históricos, el debut del Real Madrid en el 2018 fue sólido, con un holgado triunfo 0-3 sobre el Numancia en los octavos de final de la Copa del Rey. Pero, lo cierto, es que su puesta en escena dejó mucho que desear más allá del marcador, maquillado con par de penales y dos tantos en los últimos cinco minutos del encuentro

Luego de terminar el 2017 goleado por el eterno rival, los blancos abrieron este año sin fluidez ni pegada y sufrieron por momentos contra el Numancia en el pleito copero de Los Pajaritos, escenario que vivió, por momentos, una gran emoción por el desempeño consistente de su once contra el flamante doble monarca europeo. A Zinedine Zidane se le vino abajo su plan B, plagado de españoles (nueve en total) y con los cinco fichajes del curso en la cancha. Como novedad, Gareth Bale fue titular por primera vez desde septiembre, aunque su presencia no cambió demasiado el rostro de un Madrid apático y sin pólvora.

Pero contra el Numancia el problema no fue solo de poderío atacante, sino también de generación de juego. Los merengues crearon muy poco frente a un Numancia lleno de suplentes, mirando al partido del venidero fin de semana en Segunda, instancia en la que luchan por el ascenso. Ni Marco Asensio ni Marcos Llorente contribuyeron desde la medular, donde Dani Ceballos peleó demasiado solo contra las ilusiones de los anfitriones, que lograron aislar al ariete Borja Mayoral, muy desconectado del resto del equipo y, por ende, sin demasiadas opciones de perforar las redes de Munir.

De hecho, Mayoral solo tuvo una ocasión en el primer tiempo que mandó al limbo, pero después tocó muy pocos balones hasta que sentenció el choque con el 0-3 en el descuento. Pero antes de ese momento, el Madrid pasó por varios sobresaltos, incluido un remate muy peligroso del delantero Higinio Marín que sacó Kiko Casilla con la punta de los dedos. El atacante del Numancia preocupó a la zaga madridista, en la cual Theo Hernández no dio sensación de seguridad y necesitó del rescate de Nacho y Vallejo en varios trances. Además, el lateral fue un fantasma por la banda izquierda, desde donde no se vio nada de su velocidad y potencial ofensivo.

Del Madrid se puede rescatar, aparte de Ceballos, a Lucas Vázquez, quizás el más profundo del ataque por ambas bandas, pues se intercambió constantemente con un Bale más intermitente. Lucas tuvo el primer remate de los blancos al arco y provocó el penal que le dio el primer tanto a los visitantes, un gol de tranquilidad cuando el atasco era mayúsculo al final del primer tiempo. Para el complemento la situación no mejoró y el Madrid rozó el batacazo con un remate del Numancia que se estrelló en el palo. Pero la fortuna acompañó al once de mayor lustre, que luego encarriló la eliminatoria con par de dianas sobre la bocina, detalle que el permitirá darse el lujo de reservar a sus efectivos de más peso en la vuelta del Bernabéu.