Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 14 de enero de 2018

Una buena alimentación desde bien temprano

Por EvelynR

Desde bien pequeños los padres se empeñan en que comamos variado y saludable, incluyendo verduras y carnes en nuestra dieta y, evitando en los posibles las dañinas chuches. Por muy molesto que pueda perecer este hábito cuando somos pequeños, un estudio reciente, publicado en la revista Obesity Reviews, exponer a los niños pequeños a una gran variedad de alimentos saludables puede ayudar a crear buenos hábitos alimentarios cuando son jóvenes. Y en su opinión, añadieron que si bien es difícil, los padres no deberían rendirse.

 

Para llegar a esa afirmación, los especialistas revisaron 40 estudios sobre cómo bebés y niños pequeños desarrollan un gusto por los alimentos saludables, especialmente verduras y frutas.

La revisión encontró que la clave es exponerlos a los pequeños de manera repetida a una variedad de alimentos saludables durante las etapas del embarazo, la infancia y la niñez temprana.

La autora del estudio, Stephanie Anzman-Frasca, profesora asistente en el departamento de pediatría de la Universidad de Buffalo, comentó que en el embarazo, los sabores de la dieta de la madre llegan hasta el niño en el útero, por lo que si ella come una dieta saludable, el feto se expone a esos sabores, y se acostumbra a ellos. Por su parte, la lactancia materna expone también a los bebés a los sabores de los alimentos saludables. Y luego de la infancia, la exposición periódica a este tipo de alimentos que los niños evitan al principio puede ser de ayuda para que desarrollen un gusto por los mismos.

Anzman-Frasca aseguró que este método de sencillamente exponer de forma repetida al niño a alimentos saludables está basado en una evidencia robusta, pues existen varios estudios realizados con niños en edad preescolar que al principio no les gustan los pimientos rojos o el calabacín pero luego de 5 o 6 sesiones en las que se ofrecieron repetidamente esos alimentos, terminaron gustándoles. La especialista concluyó que, en general, basándose en todos los estudios que revisaron, su recomendación más firme para los padres y cuidadores es que no se rindan.