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domingo, 11 de febrero de 2018

La concepción también se evitaba en el pasado

Por Jacky

La preocupación por el embarazo y el parto producto de relaciones sexuales en las que este no se desea es algo que se extiende a muchos años atrás, de ahí el interés por frenarlo. La anticoncepción, contracepción o control de la natalidad es cualquier método que se use por mujeres u hombres para prevenir el embarazo. Si bien estos métodos se han usado desde tiempos antiguos, aquellos eficaces y seguros no estuvieron disponibles hasta el siglo XX. Aquí les dejamos una guía con algunos de esos métodos de anticoncepción usados desde la antigüedad, que quizás puedas considerar absurdos o sorprendentes.

 

Mercurio: Para lograr no quedar embarazadas las mujeres recurrían a cualquier método sin importar sus efectos secundarios. Por ejemplo, en la antigua China tomaban aceite con mercurio, aunque eventualmente la acumulación del mercurio en sangre provocaba problemas en la médula, insuficiencia renal y daños cerebrales, pero repetían su consumo de todas formas porque lo esencial era no quedar embarazadas.

Estiércol del Antiguo Egipto: Este método, aunque no muy higiénico, parece que funcionaba. Las egipcias mezclaban excremento de cocodrilo con miel y obtenían una pasta que se aplicaban en sus partes íntimas. Su éxito radicaba en que la acidez del excremento es muy alto, muy parecido a los espermaticidas actuales.

Testículos de comadreja: En la edad media, las mujeres suponían este método infalible y consistía en atarse testículos de comadreja en la parte interior del muslo, pues supuestamente se creaba una mágica barrera protectora que anulaba el efecto de los espermas. También se creía que si la mujer llevaba un hueso de comadreja atado al cuello, en el momento del coito, quedaría estéril para siempre.

Té de testículo de castor: Este era comúnmente usado por las mujeres de Canadá en los siglos XVI y XVII. Consistía en tomar los testículos del castor, secarlos y triturarlos, para luego introducirlos en alcohol y beberlo como una infusión.

Preservativos: Esta técnica de protección masculina tan utilizada en la actualidad, es sumamente antigua. La leyenda cuenta que comenzó con el Rey Minos de Creta, de quien se dice que tenía escorpiones y serpientes en su semen, y lo usaba para proteger a su esposa, aunque lo cierto es que padecía de fuertes dolores por una enfermedad venérea. Para su propósito hizo fabricar condones con vejigas o intestinos de animales. Los romanos también usaban condones con piel de cabra y de cerdos. Se llegaron a usar vejigas humanas porque eran mas suaves y resistentes, estas se obtenían de algún cadáver o bien se mataba un esclavo. El condón más antiguo conservado es del siglo XVI, hecho de vejiga de cerdo, y venía con manual de instrucciones, donde se sugería introducirlo en leche tibia antes de usarlo, para darle más suavidad y flexibilidad.

Agua de herrero: Un manuscrito de origen griego del siglo II recomendaba beber agua de herrero para evitar tener hijos. Debía ser agua del balde donde se enfriaban las espadas recién forjadas y candentes. Esta idea atravesó varios años y durante la Primera Guerra Mundial muchas mujeres querían trabajar en fábricas que usaran plomo para no quedar embarazadas. Sin embargo, el plomo es sumamente tóxico, provoca insuficiencia renal, convulsiones y daño cerebral.

Orinar sobre otra orina: Era muy común en la Edad Media, luego del coito la mujer debía ir rápidamente hacia el bosque buscando donde alguna loba hubiera orinado. En caso de encontrar el charco, cosa que suena casi imposible, la dama debía orinar sobre la orina del animal, para asegurarse no tener hijos.

Uso de “LYSOL”: Este era un enjuague vaginal que se vendía para no quedar embarazada. Su venta estaba prohibida en Estados Unidos y la publicidad salía en lugares casi invisibles. Esta indicaba que ayudaba a las mujeres a mantener su higiene íntima, en caso de negligencia personal. Pero la verdad es que provocaba inflamación y quemaduras cutáneas, llegando a envenenar vía piel a 193 mujeres y matar a otras 5 en el año 1911.

Duchas con coca cola: En las décadas 50 y 60 del siglo XX, las mujeres se daban baños vaginales con Coca Cola luego del sexo. En 2008 científicos de Harvard descubrieron que pudo haber sido efectivo, pues en un estudio con la Coca Cola Diet, esta mató al 41 por ciento de los espermatozoides de varias muestras.

Uso de una esponja ácida: Antiguamente se aconsejaba a las féminas usar una esponja remojada en vinagre o limón durante el sexo. Se la debían colocar en su parte íntima y dada su alta acidez tendría una gran efectividad. Se cuenta que el famoso mujeriego Cassanova, les colocaba a todas sus mujeres cáscaras de limón para evitar la responsabilidad del mantenimiento de un hijo.