Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 11 de marzo de 2018

¿Es real eso de “tomarse un tiempo”?

Por Aisha

En el difícil bregar de las relaciones interpersonales y amorosas, al menos alguna vez hemos dicho —o nos han dicho— la temida frase de “vamos a darnos un tiempo”. La consabida expresión provoca temor y supone, de hecho, una ruptura de la relación. Pero, eso de “voy a pensar", "ver que siento”, “saber si te extraño", "ordenar los pensamientos", ¿es real o es la necesidad extrema de salirte de una relación que ya sientes al límite?

 

Ante una situación tal, lo primero es evaluar cómo andamos de confianza y respeto en nuestra pareja; analizar si existen las razones fundamentales para llegar a tal punto: agobio, falta de espacio, dudas acerca de sus sentimientos y un largo etcétera.

Después estar seguros de que es eso lo que necesitamos; y tercero, buscar alternativas para no herir a nuestra contraparte.

Otro punto importante que no se debe dejar a un lado es el de establecer pautas como qué cantidad de tiempo se necesita, saber si podremos hablar en ese lapso o si pueden permitirse conocer a otras personas.

Esto último, si la relación interesa realmente, no es para nada aconsejable porque es, de seguro, sinónimo de que ya dejamos atrás lo vivido.

En caso de decidir tomar distancia es lógico que la pareja genere mucha incertidumbre porque no entiende o no se adapta a la solicitud.

Pero lo ideal para no llegar hasta acá es que ambos estén de acuerdo cuando sienten que algo está cambiando y empiezan a no sentirse bien en la relación. Aunque posiblemente han intentado dialogar sin éxito, pasado por peleas y discusiones, al punto de llegar al límite donde se hace necesario tomar distancia para pensar.

Por eso lo mejor es llegar a acuerdos para reflexionar y mejorar la relación, o llegar a la conclusión definitiva de que es mejor terminarla.

Se trata de un riesgo que siempre corren las parejas cuando entran en esa etapa de “démonos un tiempo”.