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martes, 13 de marzo de 2018

La guerra comercial entre EE.UU. y la UE está servida

Por Economía Newsgur

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el jueves la orden que impone una tarifa del 25% a las importaciones de acero y otra del 10% a las de aluminio. La medida, que entrará en vigor dentro de 15 días, exime a las importaciones procedentes de Canadá y México y permite a los países “amigos” pedir también esta exención, que será estudiada caso por caso. Desde entonces la Comisión Europea intenta convencer a Trump para eximir al bloque comunitario de estas tarifas.

La respuesta de Donald Trump, ayer domingo, no se ha hecho esperar al advertir a la Unión Europea que “se preparen para los aranceles”, a la vez que amenazó con imponer nuevos gravámenes a sectores de peso en Europa como el automovilístico. Les recordamos que la Comisión ya tiene preparado un listado de productos estadounidenses, muchos de los cuales son fabricados en estados sureños con amplio apoyo republicano, potencialmente afectados por aranceles en territorio europeo.

La decisión final de la Administración Trump de imponer aranceles afecta de manera desigual a los diferentes productores europeos en función del grado de producción dentro de EE.UU. Por ejemplo, el caso de Acerinox es el más favorable, ya que el 50% de sus ventas y el 70% de sus resultados vienen de Estados Unidos. En el caso de ArcelorMittal (26% de las ventas y 20% del EBITDA en el área NAFTA).

Por otro lado, Tubos Reunidos se ve muy perjudicado por esta situación ya que exporta el 40% de sus ventas a Estados Unidos, (siendo su principal mercado). Para Tubacex el impacto es más neutro, porque menos del 5% de sus ventas son en este mercado. De todas formas, lo que está claro es que el acero que hasta ahora se exportaba a Estados Unidos tendrá que ser colocado en el resto de mercados con el consiguiente impacto negativo.