Los empresarios alemanes piden soluciones para Cataluña
La actual crisis en Cataluña trasciende las fronteras de España. Como un perfecto domino mundial, los efectos de la inestabilidad política de la región afectan también a otros países, a otros círculos. Entre ellos a los empresarios alemanes, Albert Peters, el presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana así lo constata.
Desde el año 2014 el actual funcionario fue portavoz de las inquietudes de este sector en el vecino pais. Se reconoce a ésta como la primera organización empresarial que se atrevió a alzar la voz para censurar los perjuicios del soberanismo y de las graves consecuencias que tendría para el sector económico y las empresas radicadas en Cataluña.
A partir de su actitud osada se originó una avalancha de críticas desde otros sectores y dentro del propio seno de la asociación de empresarios, y hasta hoy, sus representantes han sostenido sus posturas, en tanto la situación en Cataluña continúa tensionándose (de otras maneras). Su reclamo: "Apostamos por la unidad de España y pedimos que se busque una solución para Cataluña".
Desde que el conflicto catalán despuntó, el señor Peters dice haberle transmitido sus preocupaciones tanto a Carles Puigdemont como a diversos ministros del Gobierno español.
Tras los repetidos encuentros entre el president cesado y los líderes de los empresarios alemanes, llegaron a la conclusión de que, aunque ambas partes tienen el deseo de hablar, les resulta difícil a ambos bandos dar el primer paso. “Deben entender que dialogar no significa aceptar las ideas de los demás, pero sí escuchar y pactar”, asevera.
Peters, quien se declara demócrata de naturaleza, considera que existen opciones para constituir un Gobierno estable y se fomente el diálogo. Aunque todo ello depende, en mayor medida, de las garantías jurídicas en que se sustente el nuevo Ejecutivo.
¿Cuál es el principal problema catalán a juicio del economista? El hecho de hablar sólo de referéndum y dejar fuera los 45 puntos restantes que englobaba las necesidades totales de Cataluña. Peters cree que ahí radicó su error, no era necesario un referéndum “con unas elecciones hubiese sido suficiente y se habría llegado al mismo punto, pero evitando toda la erosión que se ha producido. Eligieron otro camino y ahora deben pagar las consecuencias”.
Los empresarios alemanes han sido los que mayor voto de confianza le han ofrecido a Cataluña. Solo dos empresas de las que radican en la región han abandonado el barco, con temor a su hundimiento. Las demás, según asegura Albert Peters, “nos sentimos catalanes”.
