Stephanie Daniels, la tercera persona en la relación de Trump y Melanie
Nacida como Stephanie Clifford y más conocida como Stormy Daniels en la industria del cine para adultos, esta actriz, productora y directora de éxito le ha costado 130 mil dólares al abogado del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a cambio de que silenciara el supuesto encuentro íntimo con el magnate.
Daniels se introdujo en la industria del cine X desde una temprana edad, y en el 2002 ya se la consideraba la actriz estrella de Wicked Pictures. Tiempo después, la norteamericana dio un paso más en su carrera alternando su papel como actriz con el de directora, y a sus casi 39 años ha ganado varios galardones. Asimismo, también ha formado parte del elenco de películas convencionales como Virgen a los 40 y Lío embarazoso, además de aparecer en un videoclip de Maroon 5.
La actriz nació en Baton Rouge (Luisiana) y el supuesto affaire con el inquilino de la Casa Blanca no ha sido el único acercamiento a la política de la actriz. En el año 2009 se planteó muy seriamente presentarse como candidata a senadora para Luisiana tras el escándalo en el que estuvo involucrado David Vitter, quien por entonces ocupaba el cargo.
Desde hace unas semanas, su nombre se ha hecho eco en los medios de comunicación después de que el diario The Wall Street Journal revelara la cifra que el abogado de Trump, Michael Cohen, le ofreció de su propio bolsillo antes de las elecciones de noviembre del 2016 por su silencio respecto a la supuesta relación que mantuvo con el político en el 2006, un año después del matrimonio de este con la actual primera dama, Melania Trump.
Hasta hace poco la actriz parecía mantener el silencio, ya que no hizo declaraciones sobre el asunto. No obstante, desde hace unos días se plantea hacer revelaciones al respecto y sacar a lucir el vestido que llevó durante una de sus citas con el político para someter la prenda a un examen forense de ADN que, si el resultado es positivo, apunta a vivir un déjàvu. Según Daniels, quien se ha dirigido al equipo legal de Trump, se ha incumplido el acuerdo al que llegaron en el 2016 y ya que el propio abogado habló públicamente sobre el pago, de esta manera, ahora siente la libertad de confesarlo todo.
El vestido dorado sería la coartada que, si se confirman las investigaciones, respaldará su historia y le complicaría la vida a Trump. No es para nada la primera vez que ocurre un escándalo similar en la historia de la política americana: hace 20 años el caso Monica Lewinsky y Bill Clinton, y un vestido de la primera, centraron la atención política y mediática. Ahora, el republicano podría verse perjudicado por culpa de un desliz del pasado.
