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domingo, 15 de abril de 2018

A donar órganos a Holanda

Por Matraquito91

El Senado holandés aprobó la ley de donación de órganos, una de las más polémicas en la historia de esta nación europea, conocida por sus conquistas y el pensamiento avanzado de sus ciudadanos, pero que esta vez se la comió (expresión popular que se utiliza para afirmar que alguien se paso de la raya). Y es que a partir de ahora, todos los ciudadanos mayores de 18 años de edad se convertirán automáticamente en donantes y sus datos figurarán en un registro nacional. Además, los que no deseen hacerlo deberán dejar constancia por escrito y sus familiares tendrán la última palabra en caso de duda, aunque no un veto formal.

Cabe destacar que esta fórmula, aunque algo confusa, facilitó el visto bueno de los senadores. De hecho, el Congreso ya aprobó la ley en el 2016 de manera bastante reñida: 75 votos contra 74. En ese entonces, los liberales de izquierda, que patrocinaron y presentaron el proyecto de ley, la consideraban indispensable para reducir la escasez de órganos para trasplantes disponibles en el país del Viejo Continente.

De acuerdo con el Centro Nacional que los gestiona, en el 2015 murieron 132 personas, incluidas en las listas de espera, por no tener donantes de órganos.

Ahora, los contrarios a la ley, repartidos casi a partes iguales en todos los grupos políticos con los partidarios, sostienen que la misma viola el derecho de los seres humanos a decidir sobre algo tan íntimo y trascendente como su propio cuerpo.

Estos alegan, además, que la ley puede resultar confusa para las personas ya que se altera la noción misma de que son donantes, palabra que trae consigo una dosis elevada de voluntariedad.

No obstante, y para vencer obstáculos, PiaDijkstra, la diputada liberal de izquierda que redactó el proyecto de ley, lo adaptó a las nuevas y actuales circunstancias.

Lo hizo al asegurar que todos los adultos recibirán varias veces una notificación oficial preguntando si desean ser donantes de órganos. Entonces, si la respuesta es afirmativa o negativa no presentara problema alguno para avanzar con el procedimiento.

Sin embrago, ante la falta de ambas, en el carné de donante de los ciudadanos holandeses aparecerá un «no se opone». De tal forma, llegado el caso, la familia podrá demostrar que el fallecido no deseaba ser donante, aunque nunca llegara a expresarlo. Y solo en esa situación la última palabra dependerá de los parientes, quienes no podrán efectuar un veto, si en el carné está el sí o el no. Qué enmbrollo...¿cierto?