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jueves, 19 de abril de 2018

La bacteria que destruye a los olivos llega a Madrid

Por Arango

La Xylella fastidiosa es una bacteria de cuarentena muy agresiva que afecta a numerosos cultivos y especies forestales y ornamentales. Proviene del continente americano, de zonas de climas tropicales y subtropicales. En España su presencia sólo había sido detectada hasta ahora en Baleares en 2016 en olivo, en un centro de jardinería en Mallorca. En junio de 2017, dio el salto a la península aunque sólo en almendros localizados en la provincia de Alicante. Esta es la primera vez que se confirma su presencia en la comunidad de Madrid en un olivo. La detección se ha producido gracias a los sistemas de vigilancia control e inspección que se lleva a cabo de manera habitual por parte de la Dirección General de Agricultura desde 2014.

El mayor productor oleícola mundial, Dcoop, con sede en Antequera, consideró que se trata de una mala noticia y que ello preocupa al sector. En términos similares se pronunció también el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, que pidió a las autoridades que aumenten los controles y sistemas de vigilancia, que se siga apoyando la investigación contra esta plaga y que se articulen indemnizaciones para los agricultores que se puedieran ver afectados.

La bacteria es tan letal que en Italia obligó a arrancar más de un millón de olivos. Fue en Italia en el 2013, concretamente en Salento, en la región de Apulia, donde saltó por primera vez a alarma en Europa saltó la alarma. Después se detectó en 2015 en Francia, primero en la isla de Córcega y poco después en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul.

Además de al olivar puede producir graves daños en otros cultivos importantes como los cítricos, viñedo y frutales de hueso, así como almendros y numerosas especies ornamentales como plátano de sombra, robles, olmos y arces, entre otros. Sin embargo, es inocua para las personas y los animales.

En la comunidad de Madrid la bacteria se ha localizado en un olivo situado en una finca particular de Villarejo de Salvanés, municipio situado en el sureste de la región. Las autoridades madrileñas han comenzado a tomar las medidas necesarias de prevención y erradicación para aislar el foco y evitar la propagación de esta bacteria.

El plan de actuación pasa por la adopción de medidas para atajar la presencia de la bacteria. Así, tanto el olivo afectado como los demás situados que estén en un radio de 100 metros deben ser arrancados y eliminados como medida para evitar su propagación. Además, en 500 metros a la redonda del ejemplar que ha dado positivo se van a llevar a cabo tratamientos insecticidas y fitosanotarios, tanto en olivos como en otras plantas susceptibles de verse afectadas por la bacteria.

La inquietud y preocupación en el sector olivarero es total. En España hay unos 2,5 millones de hectáreas de olivar, un 60% de ellas en Andalucía. Sólo Málaga cuenta con 130.000 hectáreas, más de 6.000 de aguacate, unas 4.000 de viñedo y 16.000 de almendro. Sólo el sector del olivar factura en España 1.800 millones de euros al año, según el Ministerio de Agricultura.

Esta bacteria se propaga a corta distancia mediante insectos vectores que se alimentan del xilema de material vegetal infectado, transmitiéndolo a plantas sanas. A larga distancia el contagio se produce por el comercio y transporte de material vegetal e insectos infectados. La principal vía de entrada son los vegetales destinados a plantación (excepto las semillas) procedentes de países o zonas en las que la bacteria está presente.