Para Manuel Valls entregar a Puigdemont es la única solución
Para el ex primer ministro francés Manuel Valls, al sistema de justicia alemán, no le queda más que entregar al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para que sea sometido a juicio en los tribunales españoles. Sin embargo, el exdignatario no ha especificado si el delito por el que debe responder es o no el de rebelión.
"La justicia alemana, belga o francesa, no tienen otra solución que entregar a Puigdemont a España para que sea juzgado", ha aseverado ante periodistas de distintas agencias durante un foro de debate.
La vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría le ha acompañado, en tanto el ex primer ministro defendía la calidad de la democracia española y mostrado su rechazo al hecho de “que se la trate como de segunda”.
Para Valls, la euroorden, ese sistema de cooperación judicial entre los estados miembros de la Unión Europea basado en la confianza mutua, debe mostrar su utilidadjustamente ante retos como el que ha supuesto el independentismo catalán. Es así que Alemaniaestá obligada a entregar al huido. A su vez, el ex diplomático francés asegura de la inexistencia de "presos políticos" o "exiliados políticos", como es considerado Puigdemont por los protagonistas del independentismo.Según afirmó, el líder catalán y los consejeros y líderes secesionistas están encarcelados porqueen la democracia se pueden defender todas las opiniones y criterios, pero no vulnerar el Estado de Derecho y la ley, de lo contrario, tendrán consecuencias.
El criterio de Valls coincide con la tesis que el propio Tribunal Supremosostuvo ante el tribunal de Schleswig Holstein cuando le preguntaron sobre cómo habría actuado la justicia alemana si el dirigente de uno de sus land hubiera organizado un referéndum secesionista en contra de la Ley Fundamental y después hubiera huido a otro país europeo. Sin dudas considera que la respuesta del país vecino habría sido la misma que la española.
Para él, si en el seno de la UE no se responde ante los movimientos que pretenden la desintegración de un país, la corriente podría transformarse en tendencia y acabar afectando a toda Europa. El hecho podría similarse a la situación previa a la II Guerra Mundial. Aprovechó entonces para lanzar un aviso a la justicia germana: "Los jueces alemanes tienen que recordar también lo que fue Europa", aseguró.
