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sábado, 5 de mayo de 2018

El feo lunar que España quiere borrar

Por Eme

España lucha para disipar la leyenda de la Inquisición y las atrocidades imperiales. Algunos activistas e historiadores españoles quieren recuperar el pasado del país de la "propaganda distorsionada", esa que habla de la colonización, y de los sometimientos a los pueblos originarios de España y África. ¿Lo conseguirán ante pruebas irrefutables?

Más allá de las clichés de las corridas de toros y las playas, y bajo los estereotipos del sol y la sangría, las fiestas y las siestas esconden una oscura visión de España que algunos de sus habitantes encuentran amarga y duraderamente injusta. Por más de 500 años, dicen algunos historiadores españoles, el pasado del país ha sido “desfigurado y distorsionado” por la propaganda difundida por sus antiguos oponentes y rivales. La llamada “leyenda negra”, dicen, fue hilada por cronistas en Inglaterra y los Países Bajos que supuestamente buscaban representar a sus enemigos católicos como inusualmente crueles y sanguinarios y para exagerar la brutalidad del imperio español y la Inquisición. Claro, que las pruebas reales, también fueron irrefutables, ahí está América Latina, y África para confirmarlo. Claro, lo que no quita, que Inglaterra y Holanda, hayan sido menos crueles, que los españoles. Cinco siglos después de esos sucesos que empañaron el pasado español, un grupo recién establecido, la Hispanic Civilization Foundation, espera dejar la leyenda de lado mediante el uso de largometrajes, programas de televisión, libros y exhibiciones móviles para aligerar la imagen histórica de España. Imagino, que como una manera de sentirse mejor ellos mismos, porque las tragedias del pasado, ya nadie las puede enmendar.

La fundación, formada por hombres de negocios, diplomáticos, periodistas, abogados, académicos y escritores, tiene como objetivo restaurar el sentido de orgullo perdido en la difusión de la cultura española. Según la fundación, los españoles han pasado demasiado tiempo sintiéndose culpables y avergonzados de su pasado y preocupándose por la forma en que son vistos por el resto del mundo. Estos activistas, quieren ver no solo a algunos holandeses, que entonces reflejaron la barbarie española, como culpables de “la mala imagen de los españoles en el mundo”, si no a un fraile, venerado en América como “el Padre de las Casas”, Bartolomé de las Casas. Según los de la Fundación, el Padre, exageraba las cifras del barbarismo, por un lado para proteger a las víctimas, tratando de que la Corona se compadeciera de las mismas, pero por otro lado, dejó una mala imagen para el futuro. Claro, la Fundación no explica, por ejemplo, como dejar de lado las “exageraciones” del padre, cuando en Cuba, la Perla de la Corona, no quedó un indio para hacer la historia. Otros no quieren jugar al papel de “pobres españoles”, o de “víctimas” dentro de la Fundación, y aunque no niegan desde el punto de vista crítico lo sucedido, lo que piden es se realce de igual manera, la parte bondadosa de la historia.