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jueves, 17 de mayo de 2018

Gorditos y satisfechos sexualmente

Por Aisha

Como el gusto y los colores, en materia de recibir placer no existen los límites. Cada ser humano lo aborda de las más disímiles maneras para llegar al punto de goce que desee sin ningún tipo de prejuicio. Claro, hay topes para todo…

 

En materia de sexo también el espectro es bien amplio. La mayoría de sexólogos aseguran que todos tenemos algún tipo de fetiche que nos ayuda a alcanzar el climax de manera más placentera.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española el fetiche es un elemento de culto al cual se le atribuyen determinadas cualidades místicas o mágicas. En pueblos de la antigüedad, los fetiches eran ídolos materiales.

En relación con el sexo se traduce en un aumento del deseo con la ayuda de un objeto, una parte del cuerpo o por estar en una situación concreta, siempre y cuando no sean los propios órganos sexuales.

El fetichismo puede ser también hacia olores y sabores concretos relacionados con el sexo. Por tanto estas deidades no deben ser una mala práctica, aunque hay algunas un poco raras y nocivas como el feederism.

Este concepto, que no tiene una traducción exacta al español, es un juego erótico también considerado fetiche que consiste en alimentar a otra persona en cantidades industriales y engordarla. Este acto puede provocarle placer sexual tanto al que proporciona la comida como al que se la come.

El feederism está científicamente diagnosticado y según los psicólogos que la han estudiado es realmente excitante para quienes la practican. El alimentador alega sentir placer sexual al acariciar el tejido adiposo de una persona obesa y se sienten atraídos por los cuerpos extremadamente voluminosos.

Las preferencias sexuales de los llamados “feeders” abarcan lo mismo a hombres que mujeres. Cualquiera puede tener el papel de “feeder” o de “gainer” que es el alimentado que está ganando peso.

Dentro de la rara comunidad hay un subtipo de alimentado que generalmente busca hacerlo solo, aunque pueden sentirse animado con la ayuda de una segunda persona.

Existe también el “admirador de la grasa”. Dentro de la comunidad del engorde este solo se interesa en animar y que le gusta apreciar el progreso hecho por otros individuos.

Gozar y disfrutar el sexo es un derecho y hasta una garantía de vida plena… Pero combinarlo con estas prácticas altamente nocivas ya es cuestión de debate porque sus consecuencias, sabemos, pueden acarrear causando serios daños a su salud.

De acuerdo los sexólogos el fetichismo es solamente un trastorno cuando las fantasías, los deseos sexuales o el comportamiento sexual causan un malestar en la persona.

También se considera una parafilia cuando afecta de alguna manera negativa en las diferentes áreas de su vida. Por ejemplo, si interfiere en su vida social, laboral, en su relación de pareja o, sobre todo, en la salud de tu pareja. Y tal es el caso del feederism.