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viernes, 25 de mayo de 2018

¡Vete ya de mi casa!

Por Sofía

Aunque quizás no los denuncien y a pesar de que los puedan querer, muchos padres se hartan de sus hijos cuando llevan tiempo viviendo con ellos y es que, tener un hijo de treinta años en casa que no colabora no debe ser muy agradable. Pues, esto es lo que ocurrió con los padres de Michael Rotondo.

Este martes, un juez de la Corte Suprema del estado de Nueva York, Estados Unidos ha ordenado a Michel, un sujeto de treinta años de edad, abandonar la casa en la que vive con sus padres, puesto que estos lo demandaron ante la justicia, de acuerdo a lo informado por el canal WTVH, citado por RT. De acuerdo al sumario del corto juicio el acusado no contribuye de forma alguna con la economía del hogar, tampoco realiza ninguna tarea del hogar. Estos fueron precisamente los argumentos de la demanda interpuesta por sus padres Mark y Christina, quienes le exigían que se retirara de la vivienda. Además la convivencia con el hijo no era precisamente pacífica.

Durante muchos meses, la pareja le dejó por escrito, en reiteradas ocasiones, varias fechas límites para que abandonara el hogar. Inicialmente los padres le ofrecieron 1 100 dolares como ayuda económica para que rehiciera su vida en otra casa. También le sugirieron que vendiera algunas de sus pertenencias "especialmente cualquier tipo de armas", con las que el joven contaba. Igualmente le recomendaron que buscara un empleo asegurándole que existen trabajos disponibles incluso para alguien con un historial laboral tan pobre" como el que tiene Michel.

Sin embargo, el hombre treintañero considera que los intentos de sus padres por desalojarlo son de carácter "vengativo" y exigió un plazo adicional de 30 días para dejar la vivienda, además de anunciar que apelará la sentencia judicial.

Puede parecer una broma, pero esto ocurre en muchos países, donde los hijos fracasan en el trabajo e incluso sufren determinadas situaciones en lo personal y terminan refugiándose en el hogar de sus padres, donde alguna vez vivieron. Independientemente de situaciones particulares, la mayoría de personas que tienen este comportamiento son vagos o my dependientes de los demás, especialmente de los padres que casi siempre aceptan todo.