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jueves, 28 de junio de 2018

El desconocido valor de los insectos

Por EvelynR

Los insectos forman parte común de nuestra vida, así sean beneficiosos o perjudiciales para el hombre y su desarrollo. Sin embargo, cualesquiera que sean sus efectos, sin duda, su presencia en la Tierra cumple diversas funciones necesarias para el mantenimiento del equilibrio en los diversos medios naturales en los que estos se encuentran. Y es que estos constituyen una de las clases de animales que más interconectados están con las actividades humanas. Desde aquellos útiles que nos proveen miel o seda hasta los que son venenosos o transmisores de enfermedades, existe un sinfín de especies que se hallan directa o indirectamente vinculadas al ser humano.

Y es que los insectos comprenden el grupo de animales más diverso de la Tierra con alrededor de un millón de especies descritas, lo que representa más que todos los demás grupos de animales juntos, pues cerca del 53 por ciento de las especies de seres vivos son insectos o parientes cercanos. Además, hay estimaciones de hasta 30 millones de especies no descritas, lo que representaría más del 90 por ciento de las formas de vida del planeta, aunque estudios más recientes rebajan la cifra por descubrir a entre 6 y 10 millones de especies de insectos.

De cualquier forma, no es disparatado pensar que aunque no lo percibamos, la desaparición de especies puede ocasionar, a partir de cierto punto, un efecto repentino y dramático en la vida en la Tierra. De ahí que la posible desaparición de cientos de grupos de insectos en el mundo, que ha sido reportada por algunos investigadores, pueda tener consecuencias terribles y sin previo aviso.

En ese sentido, como explica el entomólogo de la Institución Smithsonian, Terry Erwin, lo cierto es que ni siquiera conocemos lo suficiente sobre las especies y los ecosistemas para saber cuál es el punto en el que la desaparición de estos animales pudiera ser devastadora. El especialista puso como ejemplo un bosque en California en el que hay un escarabajo especializado en abrir ciertos frutos y permitir la salida de las semillas, si este desapareciera, los árboles no germinarían y pasado un tiempo el ecosistema colapsaría.

Así mismo, de acuerdo con Axel Hochkirch, experto en saltamontes de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, los insectos son fundamentales para muchas de las funciones de los ecosistemas y, por lo tanto, también son muy importantes para el humano, puesto que la mayoría de las plantas necesitan insectos polinizadores, otros son importantes para oxigenar y fertilizar los suelos, o para reciclar la carroña o los excrementos y muchos son el alimento de otros animales.

En opinión de Erwin, sin la labor de los insectos, el mundo vegetal quedaría transformado totalmente, por no decir desmantelado, y solo podríamos comer hierba, porque ésta usa el viento para la polinización. Tanto es así que Edward O. Wilson, experto de la Universidad de Harvard, consideró que si los insectos desaparecieran, cosa que nos estamos esforzando en hacer, la humanidad desaparecería de la Tierra en solo unos meses.

Si se tiene esto en cuenta, según Hochkirch, el hombre tiene el deber de no llevar a los insectos a la extinción, esto si nos ponemos de acuerdo en el principio ético de que todas las especies tienen derecho a existir.

En ese sentido, como recordó Wilson, cada especie es una obra maestra de la evolución, que se ha transformado por millones de años, que ha logrado persistir y adaptarse exquisitamente a un medio ambiente y a relacionarse con otras especies.

Como señalábamos al principio, los insectos son la forma de vida más diversa del planeta. Por ejemplo: la masa de hormigas de las llanuras del Serengueti supera a la de todos los vertebrados de la Tierra; cuatro de cada cinco animales son nematodos (gusanos); el ser vivo más abundante del planeta es una bacteria marina que origina gran parte del oxígeno que respiramos. Entonces, si tenemos en cuenta estas cifras, no parece sensato llevarlos a su extinción.