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sábado, 30 de junio de 2018

El taichi es bueno para aprender matemáticas

Por EvelynR

Ahora, un grupo de profesores españoles señalan que las matemáticas se aprenden mejor luego de unos minutos de taichi. Plantean que una sesión de masaje facial, ejercicios de control respiratorio o de yoga sirven para generar un ambiente de tranquilidad en las aulas y animan a los estudiantes a aplicarse en los estudios.

 

El tai chi o tai chi chuan es un arte marcial proveniente de China, que se practica actualmente por varias millones de personas en el mundo entero, de ahí que se cuenta entre las artes marciales que se practican más masivamente. En la actualidad, se lo considera más como una práctica físico-espiritual para mejorar la calidad de vida física y mental. Es muy provechosa para la salud, mientras que por otra constituye una técnica de meditación.

Ahora, un grupo de profesores españoles señalan que las matemáticas se aprenden mejor luego de unos minutos de taichi. Plantean que una sesión de masaje facial, ejercicios de control respiratorio o de yoga sirven para generar un ambiente de tranquilidad en las aulas y animan a los estudiantes a aplicarse en los estudios.

El colegio San Félix de Ortuella, Bizkaia, en el que se realizan estas prácticas, recibió el Premio vasco a la Innovación por crear naves educativas y vaciarlas de ruido.

La directora del centro, Nieves Fernández, afirmó que están haciendo una revolución silenciosa, un cambio radical en la forma de educar y de dar clase. Y es que desarrollan un programa de buenas prácticas en la educación, pilotado por expertos de Harvard, con el que están consiguiendo mejorar los niveles de satisfacción del estudiantado y ser un referente en el mundo académico.

En las aulas de San Félix los cristales sustituyeron los tabiques; las clases se imparten en salas espaciosas; los pupitres fueron diseñados por los propios estudiantes; el material educativo está a la altura de la mirada del alumno, etc. Estas son algunas de las acciones que le valieron al colegio la concesión de la A de Oro a la gestión avanzada. Ya con anterioridad, en 2010, habían recibido el reconocimiento de calidad Q de Plata. Este 2017 fueron distinguidos como un centro educativo innovador por la puesta en práctica de un programa de descontaminación acústica, encaminado a generar un ambiente agradable y menos ruidoso en las aulas.

Antes de clase se hacen ejercicios de taichi o yoga, y los estudiantes y profesores se dan masajes interpares, hacen estiramientos, se leen cuentos, se practica la cromoterapia... además, en el patio, los alumnos son recibidos en las escaleras para que entren al aula en total silencio; y han de desplazarse por los pasillos sin correr ni dar gritos, y sin montar barullo en el recreo. En lo relativo a estas prácticas, la responsable del centro afirma que los resultados están siendo excelentes, pues generan un clima de aprendizaje amable, donde pueden relacionarse, moverse, dialogar sin hacer ruido. Añade que han conseguido que gocen de una situación de relax, del silencio, del hablar en un tono bajo.

En el centro diocesano vizcaíno, asociado a la Unesco, trabajan 39 profesores y alrededor de 600 estudiantes de 0 a 16 años. De manera habitual, durante las clases suena de fondo música de relajación, mientras se realizan tareas. San Félix tomó como guía programas educativos exitosos que de aplican en países nórdicos.

De acuerdo con Fernández, el exceso de ruido provoca pérdida de audición, problemas para conciliar el sueño, afonías, nerviosismo; problemas que se están combatiendo en San Félix con terapias innovadoras que están contribuyendo a que los niveles de satisfacción de los estudiantes y sus familias esté rozando el 9. De hecho, la directora afirma que incluso han conseguido mejorar el rendimiento intelectual de los estudiantes.