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martes, 26 de junio de 2018

Estados Unidos hace sonar las alarmas de los derechos humanos

Por Leo

La fiebre del Mundial de Fútbol Rusia 2018 ha logrado que millones de personas aparten la mirada de las tristes imágenes que llegan desde Estados Unidos; fotos en las que los decenas de niños duermen en el piso, detrás de rejas, separados por sus familiares por su condición de inmigrantes ilegales. La política de tolerancia cero ha tenido tantos detractores que hasta el propio secretario general de las Naciones Unidas arremetió contra esta decisión de Estados Unidos, alertando sobre las consecuencias irreversibles que sufrirán los infantes y las familias en conjunto. Hasta la fecha, por ejemplo, más de dos mil menores de edad están separados de sus padres y estos no saben dónde están o si viven.

Si bien los infantes entraron a territorio norteamericano junto a sus padres, las autoridades de esa nación los separaron de sus familias, y los han mantenido retenidos, bajo la política de “tolerancia cero” contra migrantes.

¿Tolerancia cero no es igual a falta de derechos humanos? Fue la pregunta de muchos, y las reacciones no se hicieron esperar. ¿Niños durmiendo en el piso? ¿Familias separadas? Las imágenes estremecedoras recorrieron el mundo en minutos y la reacción del Consejo de Derechos Humanos de la ONU no se hizo esperar, y condenó esas prácticas cuyas nefastas consecuencias podrían ser irreversibles.

Pero condenar no es lo mismo que prohibir, y si bien los abusos hacia los menores de edad dispararon alarmas en la ONU, los niños siguen en pésimas condiciones, y separados de sus familiares, como mismo se trataría a un animal de cría.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió recientemente que las separaciones de sus familias suponen un gran trauma para los niños y los hace mucho más vulnerables a la explotación y los abusos.

Desde la Unicef explicaron que el bienestar de los más pequeños debe constituir la prioridad y Estados Unidos necesita tener en cuenta tal premisa a la hora de aplicar sus leyes migratorias. Igualmente, desde esa organización mundial se rechazó la política del presidente Donald Trump de separar a las familias migrantes, también criticaron su orden ejecutiva -firmada el 20 de junio- pues deja a la deriva a miles de niños retenidos en la frontera con México y no aborda su actual situación. Cabe resaltar que hasta el momento no existe un registro adecuado para dar seguimiento a las personas que han entrado a Estados Unidos de manera ilegal por la frontera, así que la reunificación también se complica y hasta se teme que muchas de las familias queden separadas para siempre. De hecho, ya desde octubre del año pasado, cientos parejas de padres centroamericanos desconocen hoy el paradero de sus hijos, tras ser detenidos y separados en la frontera en octubre del año pasado.

Desde la Unicef, por cierto, demandaron al gobierno de Estados Unidos que libere a los menores y los reúna con sus padres. 'La detención de niños es punitiva, obstaculiza gravemente su desarrollo y en algunos casos puede equivaler a tortura', señala el reporte.

Los expertos de la ONU expresaron su preocupación por la política de la Casa Blanca, y resaltaron que es inaceptable, además, que los menores de edad sean utilizados como ejemplo o elemento disuasorio para la migración irregular.

Dicha política fue firmada el 6 de abril de este año, y permite la separación de las familias, y el proceso se realiza sin previo aviso y dejan a los padres sin ningún tipo de información sobre el paradero de sus hijos, y fue rubricada por el Fiscal General de la nación norteña, entre miles de críticas de ambos partidos.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, indicó por medio de un comunicado que los niños no deben ser separados de sus padres y enfatizó en la necesidad de preservar la unidad familiar. Guterres ha afirmado que los refugiados y los migrantes deben ser tratados siempre sobre la base del respeto y dignidad, y poniendo siempre como divisa el código de derecho internacional vigente, según dijo en el comunicado.

Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, subrayó que es inadmisible que un Estado aparte a los niños de sus padres, lo cual consideró una política abusiva. Hasta la fecha, las autoridades norteamericanas han separado más de dos mil 300 niños de sus familias: esos menores son castigados porque sus padres entraron sin documentos al país.