Un insólito jefe de gabinete
Su perfil se ha divulgado en todos los medios de prensa dentro y fuera de la propia España pues rompe todos los moldes. Se desempeñó anteriormente como director de gabinete del ex presidente de la junta de Extremadura, José Antonio Monago y también asesoró en su campaña al líder del PP catalán, Xavier García-Albiol y llegó incluso a colaborar analizando la actualidad política, en varios medios de comunicación.
El presidente Sánchez escogió para desempeñar el cargo de jefe de gabinete a Iván Redondo, un profesional del márketing político, un analista de pronósticos y resultados, un verdadero mago de los eslóganes y las frases redondas.
El gabinete de Presidencia fue un órgano creado por Adolfo Suárez que designó a una mujer, Carmen Díez de Rivera, como su primera directora. Sus sucesores fueron Alberto Aza y Eugenio Galdón. En la etapa de gobierno de Felipe González fue el turno de Roberto Dorado, Antoni Zabalza y José Enrique Serrano. Con el primero de ellos se acuñó el conocido término de fontaneros aludiendo precisamente a su condición de conocedores y, a veces, hasta manipuladores de las tripas del Estado español.
Aznar mantuvo durante sus ocho años en la presidencia al mismo jefe de gabinete: Carlos Aragonés. Y lo mismo hizo el presidente Zapatero repitiendo con José Enrique Serrano. Finalmente, Rajoy designó a Jorge Moragas y ya en los meses finales de su mandato, a José Luis Ayllón. Prácticamente todos, hombres de fidelidad suficientemente probada al partido que respondían.
El jefe de gabinete, desde la etapa de Aznar, tiene además rango de secretario de Estado y de él dependen numerosos departamentos subordinados. A falta de que Pedro Sánchez decida de una vez la estructura de su gabinete, el organigrama del diseñado por Rajoy incluía unas cinco áreas: Asuntos Jurídico-Institucionales; Política Internacional y Seguridad; Análisis y Estudios; Políticas Sociales y el de Educación y Cultura.
Iván Redondo, desde su nuevo cargo, tendrá que alejarse finalmente de las pantallas de televisión y del escenario público. A él le corresponderá ahora, como precisa el decreto que divulga las funciones y competencias propias del jefe de gabinete, facilitar al presidente toda la información política y técnica que este necesite, asesorarle, conocer los planes precisos de todos los ministerios para que el presidente coordine de manera eficaz la acción del Gobierno y, además, realizar otras actividades o funciones que le encomiende personalmente el presidente del Gobierno. Y en este último punto se esconde lo más delicado y complejo del cargo. El jefe de gabinete trabaja con información clasificada, conoce de los secretos más íntimos de Estado y generalmente su labor es altamente confidencial.
Redondo estará acompañado en su nueva labor por un director adjunto que encabezará el departamento de Seguridad Nacional. Para desempeñar este cargo ha sido designado el coronel Pedro Baños que reinará en el Centro de Situación, más conocido como el búnker de Moncloa.
