Froome es un hombre libre
Desde el pasado septiembre, Froome vive su particular pesadilla de la que acaba de despertar. Un comunicado, emitido por la Unión Ciclista Internacional, ha anunciado el veredicto de esta organización: no culpable. El ciclista ha sido absuelto de dopaje tras habérsele encontrado, después de la Vuelta a España 2017, salbutamol en cantidades superiores a las permitidas.
Le ha ido de un pelo, porque la organización del Tour de Francia amenazaba con vetarle si antes de su inicio no se resolvía el caso. Alguien ha puesto mucho empeño en que así sea, y la absolución ha llegado como un bálsamo, un alivio para el ciclista. No solo podrá participar en la edición de este año del Tour, sino que no va a perder ni uno solo de sus trofeos ganados a lomos de la dos ruedas.
Chris Froome siempre había afirmado que la presencia en sangre del salbutamol se debía a un uso permitido del medicamento. Para demostrar su inocencia, el pedalista presentó una explicación razonable con el apoyo de los peritos.
El resultado ha sido un alivio para el deportista, que no ha dudado en compartir a través de las redes sociales su alegría. Su equipo también ha querido transmitir algunas palabras del propio Froome: “siempre me he tomado el liderazgo muy en serio y siempre hago las cosas bien. Hablé en serio cuando dije que nunca deshonraría la camiseta de un ganador y que mis resultados resistirían la prueba del tiempo”. Su equipo ha vuelto a mostrar su respaldo hacia Chris Froome.
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