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viernes, 31 de agosto de 2018

De políticas ecologistas en Cuba

Por thais

Cuando nos referimos al desarrollo humano sostenible es lógico pensar en su relación con el medio ambiente, ya que representa el escenario por excelencia del proceso productivo de las sociedades, así como su materia prima. Además que constituye una dimensión importante a tener en consideración, en lo referente a la calidad de la salud y el bienestar humano, ya que para ello es necesario el uso adecuado, el cuidado y la conservación de recursos naturales como el agua, el aire, los combustibles, las plantas, entre otros, con el objetivo de garantizar su existencia para el uso y disfrute de las generaciones futuras.

Desde hace varias décadas existe un incremento de la contaminación medioambiental debido a una mayor demanda energética, derivado del consumo de energía en el ámbito doméstico, industrial o el transporte. A esto se le añade la problemática del consumo alimenticio a través de formas explotadoras de extracción como la producción o extracción de proteína animal, la ganadería intensiva, la pesca extractiva, la producción sintética y modificación genética de los alimentos (Bordehore, s/f). Todas estas cuestiones agravan la situación medioambiental y llaman la atención a encontrar nuevos modelos de desarrollo que conlleven medidas menos intrusivas que las actuales.

En la Conferencia de Estocolmo en 1972 se aprueba la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, donde se plantea la importancia de tener en cuenta los criterios ecológicos en el crecimiento económico. Surge el término ‘’ecodesarrollo’’, el cual se analizará más adelante, centrándose en las dimensiones regional y local. Por otro lado en América Latina se establece una tendencia que tiene relación con los diferentes estilos de desarrollo que se establecen en cada región en dependencia de sus características propias (Ezquerra, 2016).

El paradigma del ‘’ecodesarrollo’’ que resulta, en teoría, más prometedor que los anteriores, pretende lograr una integración entre factores y objetivos sociales, económicos y ecológicos, desde una perspectiva de largo plazo. Desde el punto de vista tecnológico, se aboga por las llamadas “ecotecnologías”, destinadas al aprovechamiento de las energías renovables, el reciclaje, la agricultura de bajos insumos, entre otros aspectos; y es considerado como el primer enfoque que encierra una visión de futuro, basada de forma balanceada en experiencias, filosofías y prioridades de países desarrollados y subdesarrollados (Pichs, 1997).

En el caso cubano la relación los Informes de Desarrollo Humano han reconocido que Cuba es uno de los países que han utilizado racionalmente sus ingresos para mejorar sustancialmente el nivel de desarrollo humano, incluso en ausencia del crecimiento económico gracias a gastos sociales bien estructurados por parte del gobierno. Esto ha ido acompañado de una estrategia ambiental nacional (Del Puerto; Diego, 2004) caracterizada por:

El programa nacional de medio ambiente y desarrollo (adecuación cubana de la agenda 21). Tiene presente la política ambiental de Cuba y los lineamientos para la acción de los agentes que intervienen en la protección del medio ambiente. La legislación ambiental. Incluye regulaciones legales destinadas a proteger el medio ambiente y las normas técnicas de protección ambiental. La evaluación del impacto ambiental. Identifica, predice, evalúa e informa de los efectos de los planes, programas, proyectos y obras sobre el medio ambiente y los recursos naturales, como parte de la toma de decisiones. La licencia ambienta Es el documento oficial otorgado por el CITMA, en virtud del cual se autoriza la realización de una obra o actividad. La investigación científica e innovación tecnológica. Educación y divulgación ambientales. Los instrumentos de regulación económica. Indicadores ambientales: útiles para la adopción de decisiones. La política ambiental internacional. Se destaca la posición cubana en defensa del derecho soberano de cada país para administrar sus recursos naturales, el principio de la equidad en las relaciones internacionales, el derecho del desarrollo desde una perspectiva integral y los requerimientos de financiamiento y de tecnologías para el desarrollo sostenible en los países subdesarrollados.

Sin embargo existen ciertas deficiencias en cuanto al ordenamiento y el análisis del impacto ambiental en determinadas obras y acciones que se establecen en el país. Se podría justificar con la ausencia o falta de recursos para llevar a cabo buenas prácticas medioambientales, pero también se trata de una falta de organización y planificación de los diferentes proyectos urbanos, en su mayoría, que carecen de una visión a largo plazo, lo cual es una de las características principales del Desarrollo Humano Sostenible.