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lunes, 17 de septiembre de 2018

Fumar sigue matando

Por Aisha

Para quienes pensaban que el cigarrillo electrónico los salvaba de todo mal, unas noticias recientes han disparado las alarmas. Resulta que científicos estadounidenses y del Reino Unido se unieron para medir el impacto que tiene este tipo de cigarros en la salud humana y constataron que son inocentes no son..

Publicaron los resultados de la investigación en la revista Thorax, y afirman que el vapor afecta a los pulmones, específicamente a la actividad de los macrófagos alveolares. Estos son las células que devoran y eliminan las partículas de polvo, bacterias y alérgenos que otras defensas del tracto respiratorio han dejado pasar.

Los científicos consideran que las investigaciones en este campo deberían continuar, con el objetivo de comprender mejor los mecanismos y efectos a largo plazo en el organismo, pero las conclusiones ahora ya parecen contundentes. Este tipo de cigarrillos pueden ser más dañinos de lo que se creía porque, al final, los que los escogen para fumarlos no se libran de todos los problemas que ya acarreaban cuando fumaban cigarrillos tradicionales. 

El vapor condensado de los cigarrillos electrónicos provoca cambios celulares y funcionales en el macrófago alveolar, una disfunción que ya padecen los fumadores regulares y todos aquellos aquejados de enfermedades pulmonares crónicas. Esta investigación es relevante, sobre todo porque los anteriores estudios solo analizaban los efectos de la composición química del líquido del cigarrillo antes de que se vacíe.

Exponerse a ese vapor condensado trae consigo la muerte celular y se impulsa la producción de radicales libres de oxígeno. Se incrementa la producción de sustancias químicas inflamatorias, y si el contenido trae nicotina, mucho más.

Si se comparan técnicamente los cigarrillos electrónicos con los tradicionales, es evidente que los primeros llevan ventaja porque son menos perjudiciales. Y de eso se trata, no son inofensivos como se creía. Incluso, debemos preocuparnos mucho si se asume como hábito de vida en un tiempo prolongado.