Mendoza pone la guinda a una vida literaria
Después de cuatro rondas de votaciones, el jurado del Premio Miguel de Cervantes ha fallado a favor de Eduardo Mendoza por “poseer una lengua literaria llena de sutilezas e ironía” y por regar con humor todas sus novelas. Mendoza (1943, Barcelona) ve recompensada así la larga trayectoria literaria que inició en 1975 con la publicación de La verdad sobre el caso Savolta, que se llevó a la gran pantalla y por la que recibió el Premio a la Crítica.
Según Pedro Álvarez Miranda, miembro de la Real Academia y presidente del jurado, la opera prima de Mendoza le ha valido también el máximo galardón de las letras españolas. El tribunal ha considerado que su primera novela “inauguró una nueva etapa en la narrativa española”, mantenida a lo largo de “su brillante carrera como novelista” gracias a su innata habilidad de ensimismar al lector con el relato y a su “potente proyección internacional”. Eduardo Mendoza ha escrito otras 15 novelas, dos libros de relatos, dos obras para la representación teatral y cuatro ensayos. Aparte del recién estrenado Cervantes, el novelista ha recibido otros reconocimientos como el Premio Liber, el Premio Cultura de Cataluña, el Premio Franz Kafka, el Premio Planeta y el Premio José Manuel Lara.
El premio Miguel Cervantes fue creado en 1975 para reconocer la labor de la literatura española a “un escritor que haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico”, por lo que cualquier autor puede ser premiado si su obra está escrita total o “en parte esencial” en castellano.El jurado ha seguido la tradición de alternar la nacionalidad de los nominados, que pueden ser tanto de países latinoamericanos como españoles, siendo el anterior ganador el mexicano Fernando del Paso. Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte anunció el veredicto ayer por la tarde en la sede de la Secretaría de Estado de Cultura. La ceremonia de entrega de premios, donde el escritor barcelonense recibirá los 125.000 euros del premio, será el próximo 23 de abril.
Fuentes
