Y esto es lo que pasó en un primer trimestre casi perfecto
El primer trimestre de 2017 cerró con una notable evolución al alza de las principales bolsas mundiales que reflejaron la mejora de la actividad mundial y que en líneas generales las empresas están logrando aumentar sus beneficios. Se estabilizaron los datos de actividad en las economías emergentes. El mayor crecimiento mundial y los menores estímulos monetarios de la Fed y del BCE pesaron en la deuda pública de mayor calidad crediticia. Tras las importantes ganancias, el crédito frenó las subidas. En este entorno las bolsas europeas lideraron las ganancias. La relación euro-dólar se mantuvo en rangos. La mayor oferta presionó el precio del crudo a la baja.
Por continentes, cabe destacar que en Estados Unidos el consumo impulsó el crecimiento y la inflación, lo que permitió que la Fed continúe normalizando su política monetaria. En la zona euro los indicadores adelantados sorprendieron al alza. La inflación sigue contenida y el BCE no introdujo grandes cambios en su discurso. En España, se logró cumplir las metas revisadas de déficit público, lo cuál es una gran noticia para la cualificación crediticia de la deuda española.
En cuanto al ciclo político, éste dejó un saldo de menor incertidumbre en Europa ya que las encuestas mostraron un freno en los apoyos a partidos euroescépticos. Comenzaron así las negociaciones oficiales del “Brexit” con todas las variantes y aristas que el proceso va a generar durante los próximos meses por la novedad de la situación y las enormes cantidades de dinero comprometidas en el mismo. En EE.UU. se constató la dificultad en lograr consenso para las reformas pretendidas por la Administración Trump. Los inversores se han dado cuenta de que las medidas de estímulo fiscal tardarán en implementarse en USA. Las subidas de tipos seguirán dando soporte al dólar.
Todo apunta que la evolución de la economía mundial seguirá siendo positiva. Se están revisando al alza las previsiones de crecimiento que se hicieron a comienzos de año. La inflación se irá consolidando al alza pero de una manera gradual y sin que sea un problema. Este escenario respalda políticas monetarias menos expansivas. La FED realizará dos subidas adicionales este año, por lo que los tipos americanos seguirán subiendo. El BCE comienza a reducir el ritmo de compras. La inversión en activos monetarios seguirá siendo poco rentable. Los analistas recomiendan diversificar al máximo las carteras de renta fija. Todo apunta que las bolsas subirán porque el crecimiento de los beneficios se sigue revisando al alza.